Enamorada

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-Un poco de maquillaje para los ojos, un perfecto delineado y una pizca del perfume caro de Persephone. Y, si algo sale mal, un pequeño amuleto que tallé a mano de la rama de un árbol caído. Veamos, son las 12:00 pm, eso quiere decir que su vuelo llega en dos horas, lo que me da tiempo de ir, recoger el regalo, pedir un taxi y llegar al aeropuerto al menos media hora antes de que su vuelo arrive al hangar ¡Qué lista soy!- de repente, el teléfono sonó -¡Ihh! Oh, me asusté, creí que sería él... Pero es Lucy- ¿Por qué no fantasear un poco? Si fuese su enamorado llamándola podría hacer esto mucho más sencillo, sin embargo el que su amiga le llame podría ser buena señal:

-¡Hola, Luce! ¿Qué tal?- dijo mientras sostenía el teléfono con su hombro terminando de aplicar su maquillaje frente al espejo.

-Hola, Haiku- le respondió su amiga del otro lado de la línea -¿Estás lista?

-¡No! Jajajaja ¡Para nada! De hecho estoy temblando, mis manos sudan y mis rodillas no dejan de chocar una contra otra ¡Pero no tengo elección! ¡Tengo que llegar! Esto no se repetirá todos los días y, si lo que me dijo Stella es cierto, entonces podría hacer que regrese, ¿No crees?

-¿Y si no lo hace?, ¿Qué harás si aquel rumor es cierto?

-No pienso aceptar un no por respuesta. No por nada me gasté tres mesadas en el SPA para verme bonita... Tú mejor que nadie sabes cuánto me he preparado para este día. Le hice muchos, no, cientos de poemas que espero mostrarle, leí varias veces el mismo libro que leímos en nuestra primera cita para recordar solo lo mejor de nuestro frívolo e incongruente pasado, le pedí a Luna que me ayudara a hacer una mezcla de nuestras canciones favoritas para este día y Lisa me ayudó a pasarlas de una memoria a un disco de vinilo para usar la vieja rocola de papá.

-¿Y eso para qué?

-¡No! ¡No me digas que ya olvidaste el plan!

-No, para nada, pero quisiera repasarlo, no me gustaría que lo echaras a perder después de tanto.

-Vamos, Lucy, no ha sido tanto, solo pasaron dieciocho meses, veinte días, catorce horas y de acuerdo con mi reloj veinticinco minutos y treinta segundos desde la última vez que lo vi... Desde el día que le partí el corazón.

-¿Y por qué lo hiciste?

-Por estúpida, creí que se burlarían de mí si aceptaba que Lincoln me gustaba. Cuando me preguntaron en aquella bodega dije que no, pero mentí, mentí de la manera más horrible posible.

-¿Y en serio te gusta mi hermano? No quisiera ayudarte si sólo lo vas a lastimar... Otra vez.

-¡No! ¡Jamás quise lastimarlo! Nunca quise decirle aquellas cosas horribles. Es sólo que recientemente había sucedido lo de Rose, solo no quería que ella se diera cuenta que a mí también me gustaba él. Ay, Lucy, yo jamás quise alejarlo (sniff) si pudiera tenerlo enfrente le diría que me perdone, rogaría por su perdón y le pediría inmediatamente que fuéramos novios. No sabes cuánto ansío tomar su mano y abrazarme con sus brazos, necesito probar de nuevo esos maravillosos besos que solo él me ha dado, quiero pedirle disculpas por todo lo que hice y dije, necesito que él me perdone y, si en verdad ya tiene a alguien más... Moriré por dentro, pero no me iría sin antes decirle que de corazón estoy feliz por él porque ahora entiendo esas bobas palabras clichés que dicen: "no importa si no es conmigo pues soy feliz si él también lo es".

-Suenas tan ñoña.

-¡¿Y?! ¡No me importa como suene! ¡No me importa si parezco la chica más boba del mundo! ¡Si lo tengo a él nada más me importa! No sabes cuánto me odio por haberle arrebatado sus dulces ilusiones de un futuro juntos... ¿Sabes qué es lo peor? El día que todo se fue al caño yo también quería declararle mi amor, le había hecho el haiku más bello que jamás haya creado. Mi corazón, mi alma y mis pensamientos convergieron en un mismo sentido ansiosos por declararle mis sentimientos a Lincoln... Todavía guardo la carta en la cual añoraba pedirle que fuera mío... Después de todo este tiempo aún tengo ilusiones de decirle todo esto que te estoy contando.

Sueños mudosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora