Mi cielo

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-Ya, ya cariño ya no llores, ¿Quieres comer? A ver ¿Quién tiene hambre? Vamos a la cocina por un biberón para ti y por un vaso de agua para papi- si... La paternidad no suele ser un cuento de hadas, mucho menos para alguien que jamás se planteó con seriedad ejercer tal labor y aún más con un hueco en el corazón, hueco que ha jurado llenar con el amor que le regalará gustoso a la pequeña que alimenta en sus brazos, ¿Uno o dos? Tal vez cuatro o cinco, no sabe cuántos días han pasado desde que su hermana partió de su lado, días que ha estado en vela cuidando de su ahora hija, ¿Cómo llegó a esto? Por una promesa de amor, un amor fraternal lleno de dolor. Su pequeña es muy hermosa, le recuerda a Lori cuando veían las fotografías familiares -ay Lori estoy seguro que hubieras hecho un mejor trabajo, sólo cuando tú la cargaste durmió como un angelito, la fórmula de Lisa parece funcionar pero creo que la leche materna es mucho mejor para los bebés, hay tantas cosas que no te pude decir, tú eres mi heroína, eras mi ejemplo a seguir y por favor espero que desde el cielo cuides a esta pequeña, no hay nadie en quien confíe más que en su mamá- lágrimas de tristeza caen sin cesar desde los ojos de Lincoln -no llores, ¡No llores! Podrías manchar a tu hija con tus lágrimas, aún no abres tus ojitos Loan pero estoy seguro que serán igual de hermosos que los de tu madre- ante los ojos de Lincoln su hija es de cristal, es pequeña y muy bonita, su piel suave como la seda y sus cabellos dorados la hacen resaltar por cualquier lugar en el que esté pero hay un problema pues la pequeña no ha dejado de llorar desde que nació, todos especulan sobre ella al ser la tercera bebé en su familia pero a los ojos de Lincoln ella extraña a su madre, desde que inició el funeral se lamenta en silencio culpandose a sí mismo por la muerte de su hermana -no sabes cuánto quisiera cambiar mi lugar contigo Lori, yo no tenía nada, un estúpido con un trabajo de mediano éxito, sólo y sin nada por lo que luchar, la muerte debió llevarse a este tonto antes que a una madre hermosa capaz de todo por los que ama, es imposible que alguien como tú se haya ido, a veces me pregunto qué harías si estuvieras aquí, de seguro levantarías los ánimos de toda la familia, me darías una bofetada y arreglarías este desastre... Lori... Te extraño... Extraño tus abrazos, tus cálidos regaños y tus lindas charlas con Loan... Lori... Hermana te extraño... Ayúdame... No creo poder con esto yo solo, desde Leni hasta Lily, todas tienen sus propios problemas, tienen sus vidas y nuestros padres no pueden cargar conmigo y con Loan como si fuéramos su responsabilidad... ¿Qué hago Lori?

-Podríamos empezar por amar su mayor tesoro... Lo haces mal- un pequeño gesto materno hizo que Loan bebiera más rápido del biberón -los bebés no pueden sentarse y ella se mueve mucho.

-Gracias Luan... Soy terrible, no soy un buen médico, tampoco un hermano y mucho menos un padre, solo soy un niño cuidando de una bebé, quiero llorar todos los días, fue mi culpa que Lori muriera y también que mi bebé naciera con el odio de nuestros padres, Luan... Si yo llegara a faltar...- si, Luan no resistió a darle un puñetazo a su hermano en la cara haciéndole guardar silencio a punta de golpes.

-¡Eres un estúpido! Yo no me haré cargo de ella, Loan es tu responsabilidad desde el día en que nació, no, desde el día en que supiste que ella vendría al mundo, ahora tienes una personita que necesita de ti, tendrás que entregarte a ella en cuerpo y alma. Cuando Leonore nació me sentí igual que tú pero cuando abrió sus ojitos, cuando me dijo "mamá"... Esos son los momentos más bellos que como padres podemos vivir, si, tal vez tú tuviste algo de culpa en la muerte de Lori pero vé en Loan aquello que no pudiste proteger... Dime... ¿La dejarás morir sola otra vez?- no, Lincoln no podía darse por vencido, una bebé dependía ciegamente de él, desde respirar Loan necesita de sus cuidados pero es cierto, Lincoln no puede con todo el peso por sí solo.

-Tienes razón Luan, no podría llamarme Lincoln Loud si no cuido de mi niña- tal vez el primer paso de muchos pero por primera vez Lincoln se detuvo un momento para apreciar a su hija -tú eres la rosa blanca más bella de todo el mundo, tú eres la bebita más preciosa y perfecta del planeta, tu madre es la persona más fuerte que ha existido y como su hija sé que serás capaz de ayudarme a andar sin ella, sin nuestro Edén mi niña, cuando crezcas te contaré millones de historia chistosas de mami, mi vida está en peligro de extinción pero tú eres la cura de todos mis males, lamento no poder estar completamente contigo ahora pero prometo por mi vida que ante la ley serás una Loud, estarás con nosotros siendo la niña más feliz del mundo y serás mucho más fuerte de lo que fue tu mamá¡Porque tú eres una Loud! ¡TÚ ERES LOAN LORI LOUD! Mi preciosa y regordeta hija- eso era todo lo que Luan quería, un gesto paternal sincero de parte de Lincoln, besos llenaron el rostro de la bebé, los besos de su padre llenos de amor y orgullo fueron capaces de tranquilizarla.

Sueños mudosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora