Episodio IX - Primera Parte

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Episodio IX - No necesito invitación, aunque ya la tenga 

Loyd

Miro de abajo a arriba a Elowen, está sonrojada, despeinada, el labial rosita un poco corrido...

Volteo los ojos al entender en qué situación he llegado.

—¿Necesitas algo? —Pregunta suavemente.

—Nixie se siente mal, no puedo dejar a Naih sola y no sé si estes ocupada como...

—Sloan. —Escucho la asquerosa voz de Leandro atrás de Elowen, que pesado.

—Muller. —Volteo los ojos.

—¿Piensas que Elowen en niñera o...? —Divertido, levanta la ceja. Elowen voltea los ojos.

—De hecho, no tengo problema en cuidarla. —Susurra Elowen y Leandro la mira con los ojos salidos de sí.

—Lastima, ella se ha ofrecido. —Mascullo sonriéndole.

Elowen se acerca y le coloca una mano en la frente a Nixie, quien cierra los ojitos.

—Tiene fiebre. —Susurra mientras le acaricia el pelo. Levanto la mirada y noto que está demasiado cerca, un mecho de su pelo cae y desearía poder apartárselo yo.

Leandro le aparta el pelo y lo deja caer en su espalda, Elowen se tensa pero finge demencia.

—La cuidaré. —Me sonríe Elowen con sus ojos gigantes.

—Gracias, maestra. —Sonríe Naih quien se adentra a la casa sin permiso.

—Discúlpala, está... ¿emocionada? Raramente. —Digo.

—No hay problema, pasa. Le hare un té para que lo tome antes de que vayan al médico. —Le sonrío y me adentro a la casa, borro la sonrisa cuando veo a Leandro con la mirada fija en mí.

Naih se sienta en el sofá y yo recuesto a Nixie en el sofá. Noto que ambas se tiran ciertas miraditas y miro fijamente a Nixie, es más fácil que ella me cuente la verdad.

—¿Qué significa? —Murmuro mirando a ambas.

—¿Qué significa qué? —Pregunta Naih fingiendo demencia y Nixie se coloca un almohadón en la cara, que no dura ni dos segundos porque lo aparto.

—Esto. La miraditas. —Entrecierro los ojos y señalo el espacio inexistente entre ambas.

—Nada...

—Hemos menti... —Antes de que Nixie pudiera decir algo más, Naih la calla. Y le miro con mala cara.

—Oh, no es nada, hermanito. No te preocupes. —Sonríe nerviosamente.

Me tenso por completo al sentir una mano en mi espalda baja y sin girar ya reconozco su aroma. Me aparta un poco y se sienta en frente de Nixie con una taza personalizada entre sus manitos.

—Toma de a poco. Está hirviendo. —Susurra Elowen.

Ahora tiene un rodete desordenado, ya no tiene el vestido playero, sino unas pantuflas, pantalones cortos y una camisilla.

—Quien te viera así, se enamoraría. —Bromeo a sus espaldas y me lanza una mirada que hubiese congelado el sol, obviamente carcajeo.

—Que chistosito, deberías abrirte un circo. Te harías billonario. —Voltea los ojos, coloca mejor el mechón de su pelo y no puedo evitar no seguir el movimiento completo.

Observo como levanta a Nixie y hace que se siente, le da la taza, la acaricia la pierna, le susurra cosas, sonríe, bromea.

Oh, Elowen. ¿Quién no se enamoraría de ti?

Bailando en una ola de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora