Episodio XIII - Saranghae
—Creo que te has pasado. —Mascullo limpiando mi labio.
—¿Tú crees? Yo creo que es mas que suficiente. —Jase entrecierra los ojos hacia y ese simple gesto me hace dar cuenta lo parecido que es a Elowen.
—En mi opinión es demasiado glaseado. —Dejo la bandeja de pastelitos en la mesada mientras Jase con su guante de corazoncitos saca otra bandeja del horno.
—Exacto, tu opinión no cuenta. —Sonríe sarcásticamente mientras desesperadamente deja la bandeja en la mesada por quemarse.
Sonrío mientras él apaga el horno y empiezo a sacar los pastelitos de la bandeja para colocarlos en otra bandeja.
—Bien. ¿Desde cuando es esto? —Se saca el guante y se gira hacia mí, con los ojos azules llenos de curiosidad.
—Es... confuso. —Digo rascando mi nuca.
—¿Confuso? ¿Para ti? Ponte en mis zapatos, no veo a mi hermana hace dos años y resulta que está saliendo con mi mejor amigo. Quien encargué que se haga cargo de ella, no que la besuquee. —Alza las cejas.
—Jase, no es así. Solo ha sido esta vez y... otras dos o tres veces. Pero no somos nada.
—Lean, te apoyo en todo y eso lo sabes, hermano. Pero no estamos hablando de cualquier persona, es mi hermana, Leandro. No es cualquier mujer, ella prácticamente creció con nosotros, siempre te vio como su hermano mayor y tú como una hermanita y ahora resulta que... —Suspira pesadamente y se deja caer en la mesada.
—Lo sé, Jase. Elowen no es cualquier chica, no lo será nunca. Y te prometo que lo ultimo que haría sería lastimarla. —Hablo con el corazón en la mano.
Jase me mira y aprieta los labios, deja el trapo en su hombro mientras mira un punto fijo.
Elowen
¿Se estarán matando?
¿Y si bajo las escaleras y me encuentro un cadáver?
Ay no.
Empiezo a ordenar y desordenar mi cuarto para concentrarme en otra cosa que no sean dos chicos en mi cocina y probablemente ya uno muerto.
Encuentro mi diario de hace dos años, joder. Seguía teniendo todas las pegatinas, repaso un poco y leo cada uno de mis relatos.
Camino por mi cuarto mordiendo mis uñas intentando concentrarme en mi diario en lugar de lo que sea que esté pasando abajo.
Loyd
—Ni se te ocurra acercarte a mis hermanas, turista. —Hablé a través del celular.
—Loyd, por favor...
—Te dije que no me llames por mi nombre, haces todo mas complicado. —Suspiré pesadamente y dejé el celular en una mesita redonda para pintar algunas tablas.
—Deja de comportarte como un niño. Tú haces todo mas complicado. —Escuché como su voz se convertía en una un poco mas enojada. Bien, que se enoje, yo lo estoy más.
—¿Yo? ¿Yo lo hago mas complicado, Elowen? ¿Por qué no admites que prefieres a Muller antes que a mí? Decídete de una vez, joder. —Tiré el pincel al suelo para luego agarrar un trapo y limpiar la pintura que salió de lugar.
—¿En serio, Loyd? —Escuché su voz cansada, ¿ella cansada? Yo cansado de esperar que algún día me prefiera a mí.
Me senté en una silla admirando el desastre que pinté en la tabla. Ambos nos quedamos en silencio un par de minutos antes de que yo empiece a titubear.
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Bailando en una ola de amor
RomanceElowen Balker, la hermana menor y una bailarina profesional. Ella es solo un ser de luz, inocente, tierna y de alma pura. Su hermano mayor decide acompañar a su novia a un viaje largo y no quiere dejar a Elowen sola, así que le pide a su mejor amigo...