Capítulo 3

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Me despierto en el hospital un poco asustada, a mi lado se encuentra mi madre quien está recostada en un asiento, me remuevo un poco incómoda en la cama del hospital y me levanto despacio, pongo mis pies en el frío suelo y me levantó. Pero al hacerlo no siento ningún dolor y mi pierna está intacta. Mi madre que estaba acostada se despierta y corre hacia donde estoy.

—Cariño, ven siéntate tienes que descansar — me dice de manera dulce.

—¿Qué me ha pasado? ¿Pudieron atrapar a la persona que entro a la casa? — digo. Haciendo que mi madre me mire extrañada.

—Te desmayaste en tu cuarto, no sabemos exactamente a que hora paso, pero cuando llegamos a casa tu padre y yo te encontramos tirada en el suelo de tu cuarto, estabas muy pálida a tu padre y a mí casi nos da un infarto por encontrarte así — me dice.

No me desmaye mamá, de verdad había algo en la casa y casi me mata. ¿Acaso no viste el cristal roto en el suelo o los cuadros rotos?

—¿Cariño de que hablas?, cuando llegamos no había nada en la casa, todo estaba tal y como lo dejamos. ¿Te sientes bien? Espera dejame llamar al doctor Jones.

—¿Qué como es posible eso? No bromees conmigo, por favor. No ahora. Le digo. Entrando en pánico.

— Cariño, ven — Llama mi madre a mi padre.
Este entra al cuarto de inmediato y lo primero que hace es abrazarme y besarme en la frente. —Que bueno que estás bien, mi princesa — me dice él.

Aun en shock, le doy un abrazo y comienzo a llorar, papá le digo y comienzo a llorar sin control. Todo está bien me dice, ya estoy aquí. Un poco más calmada. Le digo lo mucho que lo extrañe a él y a mamá.

—Que bueno que estas despierta — dice el doctor Jones entrando a la habitación con una sonrisa. Mi madre llama a mi padre y le susurra lo que yo le he dicho, acerca de que había alguien en la casa. Mi padre me mira y yo asiento con la cabeza dándole a entender que lo que dice mi madre es verdad.

—Doctor podemos hablar afuera — le dice mi padre un poco preocupado. Mi madre también sale junto a ellos.

Varios minutos después, vuelven a entrar los tres y ahora se me acerca el doctor Jones y me hace varias preguntas, y me hace algunos chequeos.
—¿Estás segura de que alguien te atacó Agnes? — si, le respondo.

Creo que al desmayarse, se ha golpeado en la cabeza un poco fuerte y por esto es que cree que alguien la ha atacado, cuando recupere un poco más la conciencia, todo estará normal, le dice el doctor a mis padres.

—Yo no me estoy inventando nada — les digo. ¿Acaso no revisaron las cámaras de seguridad?

—Claro que lo hicimos cariño, pero las grabaciones no nos muestran nada fuera de lo normal. Cuando estemos en casa y descanses verás como tu mente se aclara — me dice mi madre.

Les pido que me muestren las grabaciones de las cámaras de seguridad y tal como me dijo mi madre toda estaba normal, y nada de lo que pase la noche anterior había ocurrido. Incluso yo misma me encontraba sin ningún rasguñó. Y es en este momento en que comienzo a dudar de mi cordura.

1 hora más tarde salimos del hospital y nos dirigimos a la casa, en el camino mis padres conversan animadamente, me dicen lo mucho que me extrañaron y bromean acerca del susto que les habia dado, haciéndome reír en todo el trayecto a casa.

Al llegar a mi casa subo directamente a mi cuarto y veo todo organizado, supongo que Lola vino temprano y recogió las pocas cosas que había dejado en el suelo ayer en la noche justo antes de que me desmayara.

Salgo de mi habitación y miro el pasillo, exactamente miro el cuadro que se había roto cuando choque con él y efectivamente estaba intacto como si nada hubiera ocurrido. El cuadro, es un retrato pintado en donde estoy yo junto a mis padres sonriendo.

Destellos de eternidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora