𝟏𝟓| 𝙰𝚕𝚊𝚜 𝚛𝚘𝚝𝚊𝚜

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El lugar estaba lleno de gente, algunos artistas reconocidos, pero sobre todo varios modelos de Lienzo, uno en especial había llamado la atención de todos, un lienzo en blanco y negro, con curvas y líneas que formaban las espalda de un humano con alas profundas, el sentimiento que provocaba con gan solo mirarlo era profundo, era como melancólico y ternura, talvez una historia detrás de esos toques

—Parece que a la gente le gusta tú lienzo—Dijo Ryan

Estaba aún lado de Jane, quien moría de nervios por la opinión de todos las personas desconocidas que se paraban frente a su obra, pero sobre todo porque moría de ganas por qué Gustav lo viera

—¿Vas a explicarme tu dibujo?—Pregunto Ryan
—Le vi en un sueño—
—¿Sueño?. No recuerdo lo que soñé días atrás y tú ¿Pudiste dibujarlo?—

—Cuando desperté sentí un vacío, sentí una sensación rara que lo termine dibujando... Años después volví a ver esa imagen que había creído olvidar, pero está vez no fue un sueño, si no en alguien. No sé qué significa pero me sigue transmitiendo una sensación que no puedo explicar—

Ryan miraba a Jane, los ojos le brillaban mientras observaba su propio lienzo a algunos kilómetros de las demás gente, Ryan le echó una mirada a su reloj de mano, luego suspiró y tomó a Jane de la mano, dónde enseguida la llevó con un hombre que se encontraba de espaldas, vestía de un sombrero y se le podía notar un poco calvo

—¡¡¡Oh mi querido Ryan!!!—El hombre saludó con entusiasmo después de haber recibido un pequeño toque en la espalda—¡¡Has venido a la subasta!!¡Y con acompañante!—

—Señor Jim—Saludo—Quiero presentarle a una amiga, Jane—Ella sonrió nerviosa al reconocer el gran pintor que tenía frente a ella—Jane, te presento a Jim Avignon—

—¡Señor Avignon!¡Encantada de conocerle!—

—¡Encantado estoy yo!¡Mira que tú pieza me ha encantado mucho!—Dijo con una sonrisa grande—Me da escalofríos con tan solo verle, no soy mucho de blanco y negro pero el tuyo es estupendo—

—Gracias señor Avignon—
—Ella es muy buena—Añadió Ryan

El señor Avignon sonrió y enseguida palmeo la espalda de Ryan, se había dado cuenta que el joven Ryan estaba enamorado de ella, era fácil de adivinar con tan solo verle los ojos

—¿Cómo se llama tu arte?—
—¿Mjhu?—

—¿No tiene nombre tu Lienzo?—
—No se me había ocurrido—Contesto Jane

Avignon río con felicidad, enseguida sacó una pequeña tarjeta de su saco y se lo extendió a Jane

—Tienes talento jovencita. No quiero irme de Alemania sin mostrarle a la gente tú lienzo, llámame si quieres que tú lienzo sea reconocido—
—¿Lo dice enserio?—
—Por supuesto, pon el precio que quieras... Lo vale—

Avignon le guiño un ojo y se despidió con una sonrisa grande para ambos

—¡Que felicidad!—Grito Jane
—Te lo dije, tu lienzo es el mejor de la subasta—

—Pero este lienzo es mío, lo he traído porque tú me has insistido, en realidad no quiero que nadie lo compre, es un regalo para Gustav—

La sonrisa de Ryan se desvaneció al escuchar el nombre, tragó saliva tratando de no sentirse vulnerable

—¿Hiciste todo esto por Gustav?... Creí que todo esto era por ti—

—Bueno....es que...—Titubeó al verlo con el rostro serio

𝗠𝘆 𝗡𝗲𝘄 𝗡𝗲𝗶𝗴𝗵𝗯𝗼𝗿; Gustav SchaeferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora