Lia:
Advertencia: Este capítulo contiene alto contenido explicito (violencia, relaciones sexuales, abuso, manipulación etc.) si eres sensible hacia este tipo de contenido, por favor evita leerlo, y si lo lees sera bajo tu propio riesgo.
No tengo ni la más mínima idea del tiempo el cual he estado aquí encerrada, a pesar de que el lugar no es tan malo porque predispongo de una cama y baño, pero, aun así, carece de ventanas o alguna entrada de ventilación lo cual hace que el calor se concierne en solo este lugar, sin embargo, el simple hecho de estar encerrada me vuelve loca.
Desde aquella noche que me trajeron aquí todo ha sido demasiado monótono, cada día solo abren una pequeña compuerta rectangular de la puerta para poder pasarme la comida. Cada vez que pregunto algo, nadie dice nada, simplemente se limitan a dejar la comida e irse.
Cuando desperté de mi sueño, me encontré depositada en la cama, pasé algunas horas llorando puesto que me había dado cuenta de que sí, había sido capturada en la propia casa de mis hermanos, que no tenía la menor idea de quien me había traído aquí o de quienes estaban detrás de todo esto. Pero de lo que si estaba segura es que mis hermanos estarían como locos tratando de localizarme y se perfectamente que no descansaran hasta lograrlo.
Dos golpes suaves seguidos del sonido de una llave tratando de desbloquear la cerradura de la puerta hacen que abra los ojos, cuando la puerta se abre, se da paso una figura alta con cabello castaño y mechones rubios entran a mi campo de visión, pero los ojos azules hacen casi me atragante con mi propia saliva.
Artur, acaba de entrar por la puerta y una gran ola de esperanza corre por mi cuerpo, no sé si es por la esperanza de salir de aquí o por la sensación de por fin tener un rostro familiar frente a mí, hace que tenga tales actitudes, pero de un momento a otro me lanzo de la cama y me tiro a sus brazos. Lo abrazo, lo abrazo de la forma más sincera posible, pero el abrazo no es correspondido, la ausencia de sus brazos alrededor de mi cuerpo hace que me separe de él.
De un momento a otro, caigo sobre la cama, estando tumbada en ella me doy cuenta de que él me ha empujado a la cama, el me tomo de los brazos y me lanzo a la cama. Cuando me tomo el tiempo de mirarlo fijamente, me doy cuenta de que su mirada es distinta, hay algo diferente en ella, algo que nunca había visto en él, pero aun con esperanza en el corazón, me levanto un poco y me atrevo a hablar.
-Me ayudaras a salir de aquí, ¿verdad? - no sé por qué mi voz suena temblorosa, no sé si es por el hecho de que no recibo ninguna respuesta de él o de que lo que está pasando no se siente correcto.
-No sabes cuanto tiempo he esperado para esto - su voz suena mal, no se oye correcta y esta más ronca de lo acostumbrado.
- ¿De qué hablas? - inconscientemente me alejo de el por medio de la cama.
- Tus hermanos cometieron un error al dejarme a mí como tu guardaespaldas personal, confiaron demasiado en mí.
De un momento a otro, él se da la vuelta y pone llave a la puerta, cuando se gira a mi nuevamente comienza a quitar su chaqueta y quedando únicamente con su camisa celeste y sus pantalones negros.
-Sabes, tus hermanos nunca debieron de traerte a Italia, ellos mismos te pusieron en esta situación. - comienza a desabrochar los botones de su camisa. - De todo el tiempo que he estado trabajando con ellos nunca hablaron bien de ti. Así que todo eso del amor de hermanos y el maldito anillo, no ha sido más que un espectáculo.
-Sin duda estas diciendo mentiras. - estoy estática, no sé qué es más estúpido, las cosas que él está diciendo o el hecho de que literalmente se está desvistiendo frente a mí.
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Los Hermanos Risso
ActionLa familia lo es todo, pero, ¿que sucede cuando la familia no se conoce? ... - Lia, déjanos cuidarte por favor, somos tus hermanos, nuestra vida ahora eres tú, por favor - Franco ruega frente a mi, sus heridas en su rostro hacen que me duela el cor...