capitulo 2

70 6 0
                                    

El sonido de mis propios pasos al dirigirme hacia la entrada resonaba en mi cabeza y podía jurar que, con cada paso, con cada balanceo de mi cuerpo, cada pequeño zumbido de los aparatos electrónicos de la cocina, mi mente se vaciaba. No podía sentir nada de lo que antes me aquejaba, el resentimiento que sentía hacia Ochako y a aquellos hombres que la acompañaban en la habitación de arriba ya no me importaba, el sentimiento de vacío se hacía más grande y me hace sentir que en el momento en que la vea poder mostrarle la sonrisa más sínica que pueda hacer en frente de ella.

Por momentos no sabía que sentir hacia la situación en la que me encontraba, pero de cierto modo agradecía el no desmoronarme, sabía que en una situación normal me hubiera derrumbado, ya lo había hecho antes y no me sentía orgulloso de eso. Muchas veces antes de casarme con ella, en relaciones anteriores, deje que, aquellos en los que pensaba me querían me pisotearan y destruyeran mi autoestima. Tal vez esa era la razón por la que mi muy molesto acompañante siempre estaba tratando de opinar sobre como mis muy escasas relaciones sentimentales eran una mierda.

Él tiene razón en eso, soy malo eligiendo parejas, ¿debería de reconsiderar la oferta de dejarle elegir a mi futura pareja?, sacudí la cabeza, debía de enfocarme en lo que se supone que es importante por el momento. Después decidiré si mi situación amorosa se puede arreglar.

Escucho su pequeña risilla sarcástica, ¿qué me hizo creer que al estar pegado a mi mente no podría escuchar lo que pienso?, se siente un poco vergonzoso el pedirle ayuda, pero el realmente se preocupa por mi así que supongo que tenemos una extraña relación de hermanos.

- "Confía en mi niño, puedo ayudarte a encontrar a alguien mejor que la perra que está subiendo las escaleras" – su tono paso de ser jovial a uno molesto, coincido con él al pensar que Ochako es muy molesta en estos momentos.

- ¿Por qué no me di cuenta de lo increíblemente molesta que es? - le pregunté al momento de abrir la puerta, pude ver a Shoto justo detrás de Lida que está a nada de destrozar mi timbre de entrada. El mal hábito de romper puertas y destrozar timbres parece ser un juego que ambos disfrutan hacer juntos, por eso creo que son una pareja hecha en el cielo. 

- Porque eres una masita de amor y no vez a la gente como los pedazos de mierda que realmente son – respondió Lida de forma muy segura.

- "Este chico realmente me comprende tan bien" – la carcajada que salió de la boca de ese imbécil me tomo por sorpresa, si no hubiera estado al pendiente de lo que diría Lida siento que hubiera saltado y gritado de la sorpresa.

- ¿Pregunte eso en voz alta? - su tímida sonrisa me confirmo que realmente lo dije en voz alta –Lo siento no quise decirlo en voz alta– hice una pequeña reverencia en forma de disculpa, Lida negó mi disculpa, realmente a él no le importaba.

- "¿Podrías callarte?, estoy tratando de no parecer un maldito demente enfrente de las dos únicas personas que realmente considero parte de mi familia y no me gustaría parecer que enloquecí por culpa de una infiel"- me ignoro, pero no volvió a hablar.

Me hice aun lado para que ambos pudieran pasar, ambos con cuidado se quitaron el calzado y lo colocaron con cuidado en el genkan. Me sorprendió un poco la acción tan natural con la que lo hicieron, creo que después de que Ochako destrozara mi autoestimo respecto a las tradiciones que mi madre había tratado de inculcarme, me hizo pensar que yo era el único bicho raro que lo hacía y el cómo mis acciones le parecían tan repulsivas y asquerosas. Creo que obvie el hecho de que la única rara e intolerante era ella.

- ¿Estas bien? - sentí la mano de Shoto en mi hombro, parece ser que me quedé un momento en pausa pensando en lo horrible que había sido mi relación con Uraraka.

Nuevo comienzo DKBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora