𝙵𝚘𝚛𝚋𝚒𝚍𝚍𝚎𝚗 𝙻𝚘𝚟𝚎 || (𝐭𝐨𝐥𝐥)

𝟺

Al otro día me desperté con un sentimiento de preocupación ¿que haría sin mi cuaderno? Desayune y mi padre de nuevo me llevó a la universidad. Cuando llegue otros iban llegando también, otros ya estaban ahí y otros salian de la primera o segunda materia, no sé... yo estaba en mi casillero y lo abrí con la esperanza de que estuviera ahí y nada. Lo cerré haciéndolo sonar fuerte y solté un bufido largo.

-¿Mala mañana?- dijo Georg.
-Y mala noche, perdí mi cuaderno de mis bocetos- me dejé caer en él pegando mi frente en su hombro y dio unas palmaditas en mi espalda- ¿que haré Georg?- lloriquee aun en su hombro, sentí que iba a hablar pero una voz lo interrumpió.
-Hey- me separe de Georg y era Tom que había llegado junto con Gustav- ¿que pasa? ¿Por qué esas caras?- Georg me miró y yo me cruce de brazos.
-Perdí mi cuaderno de bocetos y es muy importante, moriré porque ahí tengo todo- volví a lloriquear y Georg puso su mano en mi hombro. En eso Tom se quitó la mochila del hombro y sacó un cuaderno... mi cuaderno...-¿Co-cómo...?- me interrumpió.
-Lo encontré tirado en mi auto, lo mire y supe de inmediato que era tuyo, se te debió caer ayer cuando te lleve a tu casa- sin pensarlo dos veces me abalancé a su cuello y lo apreté fuertemente y sentí que rodeaba mi cintura y reía un poco, no sé porque pero sentí un cosquilleo al hacer eso.
-Mil gracias Tom, no sabes el respiro que me acabas de dar- me separe y tome el cuaderno. Georg se me quedó mirando y Gustav llamo la atención de Tom para no sé qué cosa.
-¿Que?- le dije a Georg.
-No, nada nada- me sonrió y removió mi cabello. Después de eso cada quien nos fuimos a nuestras respectivas clases y estaba más que feliz y tranquilos al haber recuperado mi cuaderno.

Al llegar a casa salude a mamá y después a mi hermana quien había llegado hace unos minutos. Ayudamos a mamá en la cocina y un rato después llegó papá. Nos sentamos a comer y hablábamos de cualquier cosa, de cómo nos había ido en el colegio y cosas triviales.

-Hijos...- dijo mi madre- como sabran, viene mi cumpleaños- todos sonreímos- y este año haré una pequeña reunión con la familia así que nada de planes este fin de semana ¿de acuerdo?- Kate asintió gustosa pero yo no tanto. Normalmente íbamos a algún lugar a comer o cenar, o de día de campo, o cualquier cosa fuera de casa pero esta vez mi madre quería a su familia presente.
-¿Vendrá Cassandra?- pregunté.
-Si, es mi sobrina, tu prima... claro que vendrá- rodee los ojos y bufé. Cassandra, mi prima pesada de 17 años. A veces pienso que le gusto o algo así, en una ocasión "casualmente" pasó delante de mi restregando su trasero en mi entrepierna y eso me incómodo porque sus palabras fueron "Oh Bill primito lo siento... espero que no te incomodara, a mi no" la sonrisa que me dio después de decir eso fue tenebrosa. De igual manera siempre quiere meterse en lo que no le importa y todo el tiempo me hace preguntas un tanto íntimas, le he dicho a mamá y su excusa es "tiene las hormonas alborotadas y eres guapo" a lo que yo me pregunto ¿en donde está su lógica? SOMOS FAMILIA. Pero bueno, siempre paso o trato de pasar de ella ignorándola de cualquier manera.
-¿Puedo invitar a Georg?- pregunté haciéndole puchero y mi madre sonrió.
-Claro, sin problema- le sonreí y aplaudí triunfante.

Seguimos charlando y demás. La tarde pasó y lo de siempre, tarea, cenar y a dormir.
Al otro día le dije a Georg de la reunión y acepto ir con gusto, bueno, al menos tendría a Georg conmigo ese día. Después recordé, mi estúpido tío Ryan, si, estúpido. Siempre me cuestiona sobre mi estilo, o me lanza comentarios fuera de lugar, mi madre siempre sale a defenderme al igual que mi padre. Esta tarde le pregunté a mamá si vendría y dijo que no, esta vez no lo invito, sentí lástima por mamá ya que era su hermano pero su respuesta fue "Primero estás tú cielo, eres mi hijo y si él no está de acuerdo con tu estilo, es su problema, por más que sea mi hermano está primero tú bienestar" seguido de eso me abrazo y beso mi frente.

El resto de la semana pasó normal, Tom o Georg trayéndome a casa, me quitaron el collarín el jueves y me sentía liberado, agradecía tanto que no fue necesario llevarlo más tiempo. Las marcas de los rasguños habían desaparecido y en mi frente comenzaba a notarse una pequeña línea rozada en donde me habían hecho unos puntos por el golpe que recibí.