XXV

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El corazón de Sunghoon se aceleró de celos mientras veía a Sunoo reír y charlar con un nuevo estudiante. La forma en que los ojos de Sunoo brillaron y su sonrisa se ensanchó hizo que Sunghoon apretara más el bolígrafo. Haciendo caso omiso de la letra que se suponía que debía escribir, no pudo evitar sentir una punzada de posesividad. Cuando el chico se inclinó más hacia Sunoo, los celos de Sunghoon se desbordaron. Sin pensarlo dos veces, se acercó y rodeó a Sunoo con un brazo, alejándolo del encanto del chico . El toque de Sunghoon provocó una sacudida en Sunoo, quien se volvió hacia él con una mezcla de sorpresa y curiosidad en sus ojos. "Eres mío, Sunoo", murmuró Sunghoon, su voz baja y teñida de posesividad. La respiración de Sunoo se detuvo ante la intensidad en la mirada de Sunghoon. El aire crujió de tensión cuando Sunghoon abrazó a Sunoo, como si desafiara a alguien más a acercarse. La confusión de Sunoo se convirtió en una mezcla de emociones: sorpresa, intriga y una pizca de deseo parpadeando en sus ojos. Sintiendo que el agarre de Sunghoon sobre él se apretaba, Sunoo se inclinó más cerca, atrapado en el torbellino de emociones que los celos de Sunghoon habían despertado en su interior. Su proximidad envió una oleada de calor a través de Sunghoon, alimentando las llamas de sus instintos posesivos. No podía soportar la idea de que alguien más se acercara demasiado a Sunoo, de que alguien más viera el lado de Sunoo que estaba reservado para él. En ese momento, los celos de Sunghoon se transformaron en algo crudo y primitivo. El deseo de reclamar a Sunoo, de marcarlo como suyo, lo atravesó como una ola. Sunoo, sintiendo el cambio en Sunghoon, lo miró a los ojos con un desafío silencioso, una invitación silenciosa. El mundo a su alrededor se desvaneció cuando Sunghoon se inclinó, capturando los labios de Sunoo en un beso acalorado que los dejó a ambos sin aliento. El beso estuvo lleno de una mezcla de posesividad y pasión, una declaración silenciosa de propiedad y deseo. Mientras se alejaban, sus respiraciones se mezclaban en el espacio entre ellos, los celos de Sunghoon se convirtieron en una nueva comprensión. Los ojos de Sunoo contenían una chispa de picardía, una silenciosa seguridad de que, a pesar de los celos que habían provocado su momento íntimo, Sunghoon era el único al que Sunoo realmente pertenecía. Y en ese momento compartido de celos y deseo, Sunghoon y Sunoo encontraron una nueva conexión, un vínculo más profundo forjado en el fuego de la posesividad y la pasión.

Attention Please | sunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora