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"No puedo creer que esta chatarra funcione."

Comenta la mujer detrás del volante de la casi destartalada camioneta que maneja despacio y con las luces intermitentes encendidas esa noche, pisando el freno al máximo ella logra detener el vehículo detrás de dos autos al ver la luz roja del semaforo en la intersección.

Evan quien viaja a su lado en el asiento del copiloto asiente aferrándose con fuerza a la manija de la puerta cuando la camioneta tiembla antes de volver a ponerse en movimiento cuando la luz cambia a verde.

"Necesita que un mecánico le haga un ajuste urgente, entre muchas cosas más."

Declara la mujer mientras pisa el embrague hasta el fondo para cambiar la velocidad de la camioneta que se mueve más rápido por la avenida ligeramente transitada.

-Llegaremos a tiempo, no hay mucho trafico, oh, aquí es la desviación para la central de autobuses-

Indica Evan mostrando en su celular la indicación que dicta en ese momento la voz artificial de Google Maps, la mujer gira el volante con todas sus fuerzas hacia la derecha antes de continuar su camino.

"Hace años que no manejaba, pero lo que bien se aprende no se olvida, es como andar en bicicleta."

Asegura la mujer justo en el momento en que frena de golpe porque hay varios autos detenidos al frente, ajustando con su mano sus lentes para ver de lejos, ella respira para calmarse mientras espera que los autos se pongan en movimiento.

"Bueno, tal vez estoy un poco oxidada."

Evan acuerda en silencio calmando su alocado corazón porque si hubieran chocado habrían tenido grandes problemas pues la camioneta tiene vencidos todos sus documentos.

"Ahora a buscar un espacio de estacionamiento."

Murmura la mujer cuando logran entrar al amplio estacionamiento de la terminal, cuando lo encuentra apaga el motor, retira la llave y salta fuera del asiento que le está lastimando el trasero debido a los resortes que sobresalen.

-Vayamos a esperar a su hija-

Pide Evan dando caballerosamente el brazo a la mujer para que caminen juntos, cuando entran a la iluminada y amplia estación observan cientos de viajeros que acaban de llegar o que esperan la salida de algun autobús a sus destinos.

-Iré rápidamente a lavarme las manos, ya vuelvo-

Comenta el chico caminando hacia el baño, la mujer lo observa antes de mirar la pizarra que indica los próximos arribos, su hija esta a solo cinco minutos de llegar a la plataforma F.

"Que rápido pasó el tiempo, estoy tan feliz de tener de nuevo a mi hija en casa."

Medita ella mirando familias cuando se abrazan felices cuando se reunen, algo que ella podra hacer cuando su pequeña entre por la puerta.

-Lo siento, espero no haber tardado mucho-

Reuniéndose con la mujer, Evan se disculpa, ella observa que el chico acomodó su cabello, se puso más de loción y aparte de estar vestido impecablemente con la ropa limpia luce feliz y un tanto nervioso.

"Para nada pequeño."

Los dos caminan hasta la salita de espera donde toman asiento en las incómodas butacas, diversas luces frontales de los autobuses iluminan de vez en cuando las puertas de cristal, de pronto las dos puertas de cristal de la plataforma se abren, hombres, mujeres y niños caminan dentro de la estación, pronto los viajeros se reunen con sus familiares que los esperan, pero la chica no aparece.

Doble obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora