Doble obsesión

9-B

Bostezando, la mujer mira por la ventana, afuera aún está oscuro pues es de madrugada.

La pequeña cafetera encendida hace ruiditos mientras ella camina en silencio a la habitación de su hija para despertarla.

"Mi cielo, es hora de levantarse."

Susurra con voz maternal la mujer quien se sorprende porque su hija no esta acostada en su cama sino bañándose.

"Ya casi termino mami, en un momento saldré."

Responde Nicole después de oír a su mamá quien se dedica a acomodar algunas cosas que fuera de su lugar para dejar limpio y ordenado todo.

"Te esperaré afuera mi niña."

La chica responde que si.

Cubriéndose con una frazada afelpada pues hace frio, la mujer se sienta en el sillón a esperar a su nula mientras trata de recordar lo que sucedió anoche.

Ella no se explica como es que llegó a su cama si recuerda haber estado platicando con su niña despues de haber devorado con tanto gusto la deliciosa y calórica comida rápida que pagaron los gordos pelirrojos.

"Y hoy tengo que volver con ellos."

Se queja mentalmente la mujer antes que su hija salga, vestida y secándose su largo cabello con una toalla.

Sonriendo las dos se saludan con un beso y abrazo fuerte antes que la madre sirva el cafe para ambas.

"Te ves muy linda mi niña."

Asevera la mama mirando a su hija quien se maquilla deprisa frente al pequeño espejo que tiene sobre la mesa.

"Gracias mami, quiero dar una buena impresión en mi primer día."

"Estoy nerviosa, ayer casi no pude dormir, espero que no me duerma en el trayecto o durante mi horario laboral."

Confiesa la chica mientras aplica una capa mas de mascara sobre sus pestañas rizadas.

"Te irá bien, pero no recuerdo tu horario, me lo dijiste ayer?"

Nicole se rie porque recuerda que ayer su mamá se durmió cuando estaba contándole de su trabajo, por lo que le explica su horario, sus funciones y sobre todo que su gigante amable la llevará y recogerá del trabajo.

"Estoy tranquila porque estarás segura en compañia del pequeño."

Responde la madre antes de asegurarle a la chica que tendrá un buen dia en su nuevo trabajo y que no debe preocuparse por nada.

"Mami, no quiero que sigas limpiando la casa de los insoportables vecinos gordos."

"No quiero que te hagan enojar de nuevo."

"Se que dijiste que tenías que hacerlo pero puedes retractarte, por favor mami."

Ruega Nicole a su mamá pues ya no quiero verla gritando tan enojada como ayer.

"Se que estuvo mal enojarme y gritarle ayer al flojo panzón, pero hoy me irá mejor con ellos, te lo aseguro."

Las dos comen un pedazo de panque de nueces mientras beben su café caliente.

"Además ya casi termino de limpiar, tu misma te diste cuenta que la casa y el patio se ven y huelen mucho mejor."

Nicole acuerda con su mamá, las dos siguen criticando a los barbones descuidados y sucios antes de que los golpecitos en la puerta les indiquen que Evan ha llegado por la chica.