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Concentrándose no solo en freír perfectamente los filetes de pollo sino tambien en revisar que sus dos malhumorados, panzones y gruñones ayudantes realicen bien las labores que les ha encargado, la mujer trata de mantener la calma que se le agota a cada minuto que pasa.

-Estas son labores de mujeres-

-Se supone que cocinarias y limpiarias la casa tu sola, no que nos obligarías a realizar estúpidas labores-

Reclaman alternadamente en voz alta Vikingo y Barba roja, la mujer pone los ojos en blanco tras escuchar las infantiles quejas.

"Ustedes querían comer de inmediato no es así?"

"Bien pues estoy cocinando lo más rápido que puedo para que coman o morirán de hambre..."

La mujer en su mente se ríe de lo último que dijo porque podrían pasar semanas, tal vez meses sin que los dos gordos comieran algo y ni así morirían de hambre ya que tienen demasiada grasa corporal acumulada dentro de sus enormes barrigas.

"Ahora dejen de hablar y terminen de llevar las cortinas sucias al cuarto de lavado."

Responde la mujer antes de volver su total atencion al pollo que frie en la sarten mas grande que tienen los dos pelirrojos en la cocina y de la cual la ella se siente muy orgullosa de usar porque le costo mucho trabajo, mucho líquido quita grasa y mucho tallado intensivo para dejarla limpia y en condiciones para preparar comida.

Los pelirrojos no tienen más remedio que terminar la asquerosa y desagradable tarea asignada por lo que gruñendo maldiciones hacia la mujer que se cree su jefa o madre, ellos avientan en el suelo las cortinas las cuales jamás habían quitado y mucho menos lavado en los años que llevan viviendo en esa casa.

-Señora, necesita que le ayude en algo?-

Cuestiona en ese momento Evan tras entrar por la puerta abierta de la cocina la cual da hacia el patio trasero.

"Si pequeño, podrías ayudar a Nicky a traer el pan de caja y las galletas que tenemos en casa?"

Pide la mujer echando un rápido vistazo al alto chico pelirrojo sin embargo ella vuelve a mirar al chico después de notar algo diferente en Evan.

"Pequeño, Nicky te..."

Trata de cuestionar la mujer señalando la cabeza del chico cuando Nicole entra a la casa por la puerta trasera abierta.

"Me quedó bien mami?"

"Hacía mucho calor afuera mientras tendiamos la ropa así que me ofrecí a hacerle a Evan una trenza como de boxeador porque estaba sudando demasiado por su cabello rojo medio largo."

Comenta con orgullo la chica mientras entrega la vacía cesta de ropa al chico pelirrojo que se sonroja ligeramente.

"Te quedó muy bien mi niña, te ves bien con ese estilo de trenza vikinga, pequeño."

Confirma la mujer antes de pedirle a su niña que vaya por los encargos, los dos chicos se apresuran a traer las cosas, ella los ve salir de la casa tomados de la mano, despues escucha sus risas hasta que solo escucha el sonido de los filetes friendose...

Y eso no le gusta a la mujer.

"Donde estarán?"

Cuestiona en su mente la mujer mientras baja la flama de la estufa y deja a un lado la espatula que usa para dar vuelta a lo que cocina antes de asomarse en el comedor y la sala, pero solo confirma sus sospechas, los flojos pelirrojos no se ven por ningún lado.

Doble obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora