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Las luces de las luminarias de las calles empiezan a encenderse cuando la mujer por fin termina su extenuante labor.

Con el dorso de su mano ella seca el sudor de su frente mientras exhala agotada, pero aliviada de que por fin terminó de limpiar las ventanas de la planta baja de la casa, además que terminó de remendar y colgar las cortinas.

En silencio cierra la escalera, la cual de nuevo se resiste, pero al final cede pues la mujer usa toda su fuerza para cerrarla pero en el proceso se lastima una mano, por lo que soportando el dolor recoge todo para llevarlo fuera y poder irse a casa.

Justo cuando está abriendo la puerta trasera escucha que uno de los gordos habla.

-Estás preparando nuestra cena, mujer?-

Como se siente cansada, adolorida y hambrienta pues se da cuenta que solo desayunó deprisa un café con un par de galletas ya que estuvo demasiado ocupada, la mujer no responde la pregunta del hombre quien se sorprende al escuchar el fuerte sonido del portazo.

-Hey, te estoy hablando mujer, porque me cierras la puerta en la cara?-

Pregunta gritando el pelirrojo mientras abre la puerta pero al no haber iluminación en el patio trasero aunado a que ya está oscuro afuera, el barbudo no puede ver a la mujer cuando deja la escalera recargada contra la pared.

La mujer alza su mano para cubrir sus ojos pues el pelirrojo encendió de repente la linterna de su celular para iluminarla.

"No me molestes Vikingo, estoy cansada, tengo hambre y quiero irme a mi casa."

Susurra con fastidio la mujer mientras se aleja del hombre.

-Entonces no nos prepararás la cena?-

La mujer quisiera ignorar al irritante gordo pelirrojo pero su enojo y hambre son más fuertes por lo que se detiene para responderle.

"NO!"

"NO COCINARÉ MÁS PARA USTEDES, GORDOS MALAGRADECIDOS!"

"Ninguno de ustedes preguntaron si comí algo hoy, solo tragaron la comida que preparé como los maleducados que siempre han sido!"

"Bien pues ya acabé por hoy, quiero largarme de esta maldita casa y olvidarme de ustedes, así que cállate y déjame en paz!"

Sin importarle la cara enojada del hombre la mujer le da la espalda y de nuevo camina hacia su casa, cuando llega a su jardín ella grita.

"ORDENA ALGO DE COMER PARA USTEDES Y PARA MI, TENGO HAMBRE Y QUIERO COMER YA!"

Al mirar hacia adelante la mujer se sorprende cuando ve a su hija y Evan quienes detienen sus pasos pues ellos regresaron caminando a casa ya que querían pasar el mayor tiempo posible juntos.

La mujer comprende que los chicos escucharon sus gritos cuando ve sus caras serias.

"Como les fue chicos?"

Cuestiona la mujer con voz suave y amable, pero Nicole nota que la voz de su mamá se escucha molesta y cansada por lo que se apresura a acercarse a ella.

"Mami, que ocurre?"

"Te hicieron algo los vecinos?"

La pregunta de la chica es fuerte propósito porque quiere que la escuche el hombre asomado en la puerta trasera, Evan mira muy serio a su padre quien no se inmuta en absoluto.

"No mi amor, no pasa nada, solo tengo hambre, tu sabes que esos hombres son insoportables y se la pasan comiendo, por eso estan tan panzones, entremos a la casa."

Doble obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora