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— Y bien, ¿Piensas ir? — no pudo evitar preguntarle de nuevo a Jungkook durante el almuerzo, Taehyung reconocía que su mejor amigo era indeciso.

Jungkook suspiró y removió la pasta en su plato sin muchas ganas de comer.

Menos hablar de eso.

— No lo creo Tae, ya sabes que Jimin va a estar ahí y-

— No quieres babear por él frente a tu novio — lo interrumpió, el aburrimiento marcado en su voz, al menor no le quedó de otra que asentir avergonzado — ¿Hasta cuándo vas a seguir con eso? Se nota que Yoongi Hyung te quiere de verdad, ¿En serio quieres echarlo a perder por un acostón?

Jungkook lo miró a los ojos unos segundos antes de volver la mirada al insípido plato de pastas y suspirar nuevamente.

— Si fuera sólo eso, pero creo que Jimin me gusta — se sonrojó.

— No me digas — respondió Taehyung con ironía — entonces termina tu relación y ya, es tan simple como eso.

— No es tan simple como eso — repitió volviendo a mirarlo — amo a Yoon, sólo que Jimin es... — miró hacia otro lado — son muy distintos, mejor no sigamos hablando de esto. El punto es que no iré — Tae negó con la cabeza un par de veces, pero se quedó callado.

No volvieron a hablar en un rato mientras almorzaban, Jungkook con arrepentimiento por haber ordenado el menú del día y Taehyung resignado a que su amigo escuchara de razones. Claramente la situación no cambiaría.

No todavía.

[...]

Yoongi estuvo mirando con atención las gradas minutos antes de que empezara el partido de básquet, realmente era práctica para el torneo en el que la universidad participa cada año, así que no iba a haber mucha gente entre los espectadores; quizá los alumnos que tuviesen un hueco entre sus clases y alguno que otro profesor. Sin embargo, su mirada se paseaba de un lado a otro buscando a una persona en especial.

— Jungkook no vendrá a verte, supéralo — le dijo una voz justo sobre su nuca haciéndole respingar y voltearse bruscamente.

En cuanto identificó al responsable de ese mini susto no dudó en pegarle en el hombro con su ceño fruncido.

— ¿Cuántas veces te he dicho que no me gusta que hagas eso? — preguntó molesto, pero volvió a su expresión tranquila cuando notó que él simplemente se echó a reír — en fin, ¿Cómo lo sabes? Él me dijo que lo haría, por mensaje, hace un rato.

El contrario puso los ojos en blanco y luego le miró casi burlándose de él.

— No hagas preguntas de las cuales no quieres respuesta, bebé — recibió un guiño junto a una palmada en el hombro y enseguida el silbato del profesor de la electiva de basquetbol resonó en todo el lugar — ahí nos vemos, no te vayas a distraer demasiado por tu amor, no quiero perdedores en mi equipo.

Ahora él fue el que puso los ojos en blanco.

— Yo soy el capitán, así que técnicamente, es mi equipo — dijo haciendo énfasis en esa palabra, como odiaba cuando entraba en su papel ridículo y arrogante.

— No por mucho, corazón.

Ahí quedó la conversación, antes de que pudiese darse cuenta ya el partido había comenzado y efectivamente no había señales de su novio por ningún lado. Pronto dejó de mirar las gradas, porque eso estaba degradando su concentración y llenándolo de pensamientos que le bajaban el ánimo. Consiguió encestar un par de veces, intentando disimular su sentir con su expresión neutral, pero toda su concentración se fue al carajo en cuanto aquel que tanto odia volvió a darle un guiño antes de señalar las gradas y sonreír en grande.

Miró hacia allí nuevamente para notar que no llegó.

Él volvió a hacerlo, volvió a mentirte — le dijo una voz en su mente.

Entonces en lo que se sintió como un parpadeo, alguien le arrebató el balón, casi tacleándolo, lo que hizo que fuera directo hacia el suelo, y de cara que no es lo mismo.

El golpe sordo se escuchó claro en la cancha debido a que no había tanta gente. Los vítores se apagaron enseguida y Yoongi sintió como todo se volvía negro. 





J. O. Y | JimSu/ KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora