Consideraba a Yoongi como el amor de su vida, pero tenía una extraña debilidad por Park Jimin
Quizá por eso empezaron los problemas.
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✈︎ Historia 100% mía.
✈︎ No copias, No adaptaciones sin mi permiso.
✈︎ Jimin Top...
Consideraba a Yoongi como el amor de su vida, pero tenía una extraña debilidad por Park Jimin, la cual nunca le había permitido dejar de pensar en el apuesto chico de vez en cuando.
Aunque, eran universitarios, "el amor de su vida" era un término quizá demasiado grande.
Sí, más bien describiría a Yoongi como su novio, como la relación seria y estable que sus padres le habían pedido tener. Jimin era un crush, un amor platónico con el que no podía evitar fantasear; incluso podría admitir que muchas de las veces que lo hizo con Yoongi no dejaba de pensar en el pelinegro.
Quería convencerse de que era algo temporal, hasta normal en cierto punto. Imaginaba que más de mediocampus tenía el mismo problema, y eso le hacía sentir mejor.
[...]
En ocasiones se sentía culpable, porque su novio nunca era indiferente ni malo con él como para pagarle de esa manera, sin embargo, dicen que en el corazón no manda cerebro.
El problema no se reducía únicamente a él pensando en otro chico o fantaseando con él incluso en medio de la intimidad con su novio. Ojalá fuese sólo eso, de dicha forma, no se sentiría tan culpable como en realidad se siente; él sí conocía a Park Jimin, hablaba con él y oh por supuesto no descartemos el que folla con él de vez en cuando.
Sí, en realidad era una mierda como novio y no sabía cómo es que Yoongi no se había dado cuenta de ello, pero internamente lo agradecía tanto... A pesar de todo lo quería, aunque no como quería a Jimin. Con Yoongi había mariposas en su estómago cuando rozaban sus manos, con Jimin tenía un completo bosque en llamas ardiendo dentro de él cuando tenían el más mínimo contacto.
Claramente podía confirmar que la pasión y el amor son muy distintos.
Por ejemplo, ahora se encuentra viendo una película con su novio en su regazo, y no puede quejarse o decir que quisiera estar en otro lugar, se sentía feliz, cómodo y casi completo con sus brazos en la cintura de Yoongi y la cabeza de este recargada en su hombro derecho.
Casi completo de no ser porque sigue pensando en ese chico que se había vuelto de la noche a la mañana el dueño de sus pensamientos cuando Yoongi no los ocupaba.
¿Era posible querer estar con dos personas al mismo tiempo? Porque él creía que sí, y sin embargo sabía que debía elegir tarde o temprano.
Volvió a su realidad cuando escuchó los leves ronquidos del pálido, típico de él. Sonrió por la imagen y decidió dejarlo en la cama para que durmiera cómodo, luego de arroparlo recibió un mensaje de Jimin y suspiró sintiendo ese fuego abrasador quemándole.
La línea entre gusto y enamoramiento se le hacía cada vez más borrosa, el que el pelinegro le estuviera invitando a su departamento no le era de gran ayuda.
Perdóname Yoongi — pensó y luego se fue.
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