Mew despierta bajo una cascada de agua hirviente. Desconoce el lugar. Las paredes no se distinguen de la oscuridad y la única luz proviene de la ventana al lado. Mew se mueve, pero sus manos están esposadas a un muro detrás. El hombre de enfrente usa una máscara de gas y ropa de laboratorio verdes. Baja la cubeta de agua hirviente y lo mira directo a los ojos. -Hermoso e indoloro. Físico al menos. Tu significado del dolor sobrepasa el físico, ¿no?
-¿Quién eres? ¿Por qué haces un monologo en lugar de matarme? Si vas a matarme hazlo ya.
-Oh, no. Estoy obligado a no actuar sin ella.
-¿Sin quién?
-Mi hija.
Danford reemerge pasos atrás con una sonrisa maquiavélica. -¿Se supone que tu presencia me sorprenda? Porque vi este giro siete páginas atrás. Cambiaste tu rostro. - Mew sorna.
-Tienes agallas para burlarte. Siempre cambio de forma. - Ríe. -¿Te divertiste recordando la tragedia de tu primer amor una tras otra vez?
-¿Fue obra tuya quemarla frente a mí?
-Un momento. ¿Quemar? Te inducimos al sueño eterno pensando que pagarías por tus actos y, ¿tu trauma te protegió?
-No te entiendo. ¿Protegerme?
-Quemamos a tus amigos vampiros. Te obligamos a verlos morir... incluyendo a tu querido padre. - Mew comienza a recordar los gritos de todos y reimagina sus cuerpos en la hoguera. -Para tu querida le dejamos sólo lo mejor.
-N--No. Basta.
-Te hipnotizamos.
-¡Basta!
-Y la despedazaste.
Mew recuerda que ella llegó a la escena para rescatarlo a él y a sus amigos, pero ya era demasiado tarde y él corrió hasta ella. Escuchó el alivio en su voz. La confianza en llamarlo por su nombre. Él logró abrazarla... Por un momento ganó el control. Sin embargo, el hechizo continúo hasta quebrarla en su abrazo. Ella dejó caer la ballesta con la que lo salvaría. El vampiro niega y desvía la mirada. -¿Por qué? ¿Por qué hacerme pasar por tal dolor?
-Por tus pecados y los de tu padre. Querían ser invencibles. Querían gozar de su poder. Querían dominar a los humanos tanto como para acabar con mi aldea. Ustedes los mataron a todos. Pero sería injusto echarte la culpa de todo, ¿verdad? Porque fue tu padre quién te maldijo.
El rey y el príncipe de Tailandia. Mew recuerda a su padre hacer un ritual hereje para volverse inmortales y dominar todo el mundo en el 1600. Pero la magia resultó ser una maldición que detuvo sus corazones a cambio de sangre y les dio fortalezas a cambio de gobernar. Ellos convirtieron a sus amigos más confiables en vampiros y, a espaldas de Mew, el rey atacó varios pueblos. Incluyendo el de la Cazadora e inmortal, Danford.
-Lo siento. Ya lo recuerdo todo. Perdón. Yo no quería... ¡Nunca quise NADA de esto!
-Pero así pasó. Mi padre y yo aprendimos magia oscura para cazar monstruos como tú. Ya no te haremos sufrir más. El pasado es pasado y ya llevamos demasiados años vivos. - Danford dice y crea un arco fluctuante del doble de su tamaño junto una flecha negra. Ella retrocede el brazo y la flecha la imita. -Quería torturarte más, pero no le veo el caso.
Mew presiona sus ojos a cerrar. Esperando no volver abrirlos otra vez. Gulf se entromete gritando: -¡NO!- Mew abre los ojos al sentir las manos de su querida persona sobre sus hombros. Gulf también lo mira e intenta ampliar una sonrisa, pero vomita sangre y mira abajo confundido. La flecha lo ha traspasado. -¡GULF! No. Tú no.
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El Vampiro A Mi Merced 🐈⬛ MewGulf
FantastikAño 1840 Gulf Court es obligado a casarse con Foei Evergloom, cuya familia está en bancarrota. Y aunque ambos comparten el mismo disgusto, se llevan bien. La sorpresa viene cuando la familia le hace una mala jugada a Gulf y este conoce a un vampiro...