34.3. Las Cortes de Invierno

3 0 0
                                    

El sol ya se ha puesto, así que tengo que encender la lámpara de aceite para poder ver. Creo que tengo toda la información que necesito sobre nosotros, he estado todo el día desde que salí del ayuntamiento cogiendo información de unos y otros lugares. Es sorprendente que el bolígrafo que he estado usando todo este tiempo siga con tinta. Tengo que idear la estrategia interna.

Marcus es el hombre que Isbjörn mencionó durante las cortes. Es de padres ingleses, habla y parece inglés aunque lleve viviendo toda la vida en Brödtland. Consiguieron que pudiese controlar la magia, aunque dicen que el proceso fue doloroso... espero que esté cuerdo.

El objetivo principal es fortalecer el régimen conmigo a la cabeza, que si digo algo no haya quien lo incumpla, la gente es demasiado estúpida como para tomar decisiones por sí sola. La guerra es una excusa que se han comido hasta los más sabios. Habrá que lanzar una pequeña ofensiva y luego magnificarla a los ojos de la gente. Para ello, y para todo lo demás, hace falta un sistema propagandístico.

Pero claro, ¿No está esto mal? Es modificar a gusto lo que piensa la gente. Pero realmente nadie piensa libremente, todos piensan y actúan conforme dicte su entorno. Así que qué más da forzarles a pensar de una forma u otra, es inevitable, siempre serán obligados a tener unas ideas u otras, y serán obligados de una forma u otra. Así que controlar esa obligación que existe de forma natural para que actúen civilizadamente no es malo. De hecho es lo más deseable, pues conforme empieza a haber fallas en el entorno esas fallas se transmiten y dan lugar al caos y la destrucción a gran escala, como lo estamos viviendo ahora.

De la propaganda se encargará Mico, y tendré que tomar el control de la radio. Además, seguro que no me cuesta convencerles de que me usen como modelo para la propaganda, inevitablemente me convertirán en su líder. La gente es tan fácil de manipular y luego dicen que son hijos de los dioses, que tienen alma... Ni que fueran críos.

El mayor problema es armar al ejército. Que lleguen suministros va a ser un dolor de cabeza, e intentar conseguirlos desde las minas necesitará que exista un ejército previamente para garantizar la seguridad de la extracción y el transporte, puesto que están en la tierra vacía, donde se mueve la Orb.

¡Panes!

Exacto, panes. Los panes pueden usarse como armas. Simplemente necesitamos pan, que es básicamente lo que más, y únicamente, tenemos.

Entonces hace falta mayor superficie trigal. Para ello habrá que hacer nuevas explotaciones agrícolas. Para ello hay dos opciones: La opción socialista, que es que esas explotaciones, o incluso todas, estén bajo el control absoluto del gobierno, es decir, del ministerio de agricultura. O podemos hacer las cosas bien, y vender un terreno en pública subasta. Los beneficios serán para el gobierno, que no nos vendrán mal, puesto que ahora mismo no existen las arcas públicas.

Y también habrá que desmilicializar la guardia miliciana, para que se conviertan en un cuerpo policial al uso. Eso no será tarea fácil, sobre todo si Isbjörn quiere tocarme las narices. Y hay que acabar con la anarquía. Al endurecer el gobierno y desmilicializar la guardia debería ser suficiente. Aunque también pueden venir bien alguna que otra legislación opresiva, para que la gente se de cuenta de que la cosa es diferente, y así sacar a relucir la policía.

Claro que eso puede desencadenar un conflicto interno. Pero el peor de los casos sería que organizasen un intraestado de juntas, pero estando el gobierno señuelo compuesto por lo mejor de la ciudad no será difícil convencerles de su legitimidad.

Tengo la lista de las personas adscritas a cada uno de los ministerios. Dado que es obligatorio estar en uno, es lo más parecido que tenemos a un registro civil. De aquí hay que elegir a uno de cada diez, así que elegiremos a la quinta parte, que son unas 3 500, y descartaremos a las mujeres. Con eso debería quedar un ejército de unos 1 700 soldados, más que suficiente, pues de esos habrá que descontar a inválidos, como ciegos, cojos y subnormales.

Ahora que me doy cuenta, necesito papel para ir anotando los nombres. Hay un cuaderno pequeño, pero son hojas limpias por allí o por allá, además que es mi cuaderno personal, prefiero no gastarlo en esto. Y, de hecho, debería haber alguien más conmigo para darle más veracidad. Tendré que visitar a Frank a ver si tiene él algunas hojas.

Tras recorrer de un lado para otro buscando más de tres folios es hora de ponerse de nuevo a la tarea. 

Tim: Voy a ir haciendo nueve, diez... catorce... dieciséis papelitos. Yo me encargo de las unidades y tú de las decenas y de la "moneda" que es un papel que si sale cara es la primera columna y si sale cruz es la segunda.

Frank: Lo he estado pensando mientras veníamos, pero es más eficiente si lo hacemos en sistema ternario o tetranario

Tim: ¿Qué?

Frank: Normalmente, después del nueve viene el uno y el cero

Tim: Pensaba que estabas en segundo, no que eras catedrático

Frank: El caso, es que no tiene por qué ser así. Puedes hacer un sistema numérico por el cual después del tres viene el uno y el cero. Es algo así como 0, 1, 2, 3, 10, 11, 12, 13, 20, 21, etc.

Tim: No entiendo, eso de qué nos sirve

Frank: Son cinco papelitos menos. Luego lo repetimos por cada columna, hacemos una regla también en ternario, para saber rápidamente la posición de cada nombre y contamos los cuatro siguientes.

Tim: Cuatro por columna sería una décima parte, porque las columnas son de cuarenta nombres

Frank: Pues eso querías, un décimo de la población

Tim: Pero hay que descartar a las mujeres

Frank: Machista de m****a.

Tim: Si yo lo hago porque no han sido preparadas, no se les ha acostumbrado tanto

Frank: Sabes perfectamente que no lo dices por eso y que es mentira

Tim: Por lo que sea, es mi ministerio, yo soy el que sabe de lo que habla. Tú sabes contar números y yo sé que darle un arma a una mujer es peor idea que beber nieve.

Frank: Iba a discutir, pero tenemos que hacer esto y ya me has dado suficiente dolor de cabeza. Toma, las unidades, yo saco las decenas. Dale. Esta primera es la lista del ministerio de ciencia.

Tim: El tres

Frank: El 1, es decir, el cuarto.

Tim: Abrahamssom Nordin, Eriq, número 4

Frank: Pues ese y los siete siguientes, hasta el doce.

Tim: Abrahamssom Nordin, Tom; Abrahamssom Nordin, Ekman; Serán una familia; Adolfsson Lundin, Bodil; Ahlberg Hall, Jakob-Midjehållare; Ahlgren Byström, Elsy


...


¿Cuánto tiempo llevamos?

Es casi medianoche

¿Y cuántos nombres?

Poco más de quinientos

No aguanto más, no quiero ver un solo nombre más, estoy hasta arriba de todo

Yo también, no puedo con mi espíritu, y tengo que irme ahora a mi casa

Duerme conmigo, vamos, estoy para caerme de sueño.

Vale. 


Onda Brödugnar 2: Magia Y DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora