Tras el discurso la mayoría de los hombres se han apaciguado y podemos dormir en paz, aún con la barricada puesta, pero en paz.
Al cuarto día muchos se notaban reacios, pero con palabras algo más racionales pudimos convencerles. De hecho el entrenamiento fue menor en comparación con los dos días anteriores, pues nos dedicamos sobre todo a establecer la estrategia, explicar la teoría y demás cuestiones que no requieren de capacitación física. En parte porque estábamos todos cansados de anoche y los ánimos, aunque mejores, no eran los que debían ser.
Y, pese a que la tensión y la desconfianza flotaban en el aire densamente, el día transcurrió sin ningún percance y con muy buena colaboración por parte de todos los reclutas. Lo cual es maravilloso, pues demuestra que son hombres hechos y derechos, aunque las condiciones han sido difíciles y se han amoldado a ellas.
Hoy sobre todo, pues es cuando más he dialogado con los reclutas, he podido entender a las gentes de esta ciudad.
En Högkvateräa era simple, la mitad es anarcocomunista y la otra mitad es gente como yo, que por unas cuestiones o por otras está allí, y cuyo único interés es sobrevivir. Quizás haya más supervivientes que anarcocomunistas, pero estos últimos se mueven mucho más, haciendo que parezca que son tantos como los otros.
Aquí es más complejo. Hay anarcocomunistas, pero son minoritarios, y su forma de pensar es diferente a los de Hökvareräa. El principal grupo son los supervivientes. Luego está el grupo de las fuerzas de seguridad, que son los que más están ayudándonos. Por último, hay un importante sector religioso. Se divide entre cristianos europeístas: católicos, protestantes y ortodoxos; y cristianos lapónicos, que es el resultado de mezclar las tres fes anteriores entre sí y con la antigua religión siberolapona.
Comprender todo ello ha mejorado la comunicación. Y también creo que me estoy acostumbrando al dialecto norteño de esta gente.
No hubo problemas, terminamos a buena hora, y nos hemos reunimos con una cuanta gente diversa que se quedará aquí guiando los entrenamientos, mientras una parte de nosotros nos vamos a traer a nuestros hombres. Al final traeremos a la cantidad máxima de 250. Al haber reclutado milicianos ya son más de los habíamos estimamos anteriormente con Kanskekhöda.
Sin embargo, aún son pocos. En suma serán 910 combatientes, lo que no llega ni a los talones de los 8 mil enemigos, que es la cifra más optimista. La comparación es de casi nueve a uno. Es mejor que el veinte a uno, pero sigue siendo comprometido.
Afortunadamente esta gente no sabe que el enemigo es diez veces más numeroso. Supongo que intuyen que estarán mejor preparados y tal, pero no que la retirada ya esté planificada. Si lo supieran no habría habido carta que nos hubiera salvado de lo de ayer.
Y, ahora que lo pienso, probablemente a Göransson no le gustaría saber que hay que sacrificar gente antes de hacer la retirada. El dijo que no lo consentiría, pero él ahora estará en algún pueblo abandonado, compartiendo cuarto con cinco familias envueltos en una vorágine de mantas. Yo soy ahora el máximo responsable sobre esta ciudad. Además, los líderes civiles deben mantener sus hocicos lejos de lo militar, es algo básico, de hecho viene hasta en El Arte De La Guerra.
Lo cierto es que ya soy el líder más importante de Brödtland ahora mismo. Tengo control pleno sobre Miridya, y parcial sobre Högkvarteräa.
Hace casi un año, al poco de comenzar la Segunda República de Brödtland, el parlamento se había hecho con el poder absoluto. El Tribunal Supremo Administrativo estaba, y sigue estando manipulado por el parlamento, por ello no han actuado pese a que se han pasado la constitución por el forro de los c*****s.
Viendo la situación, se convocó una Junta Suprema Constitucional Extraordinaria de Emergencia, compuesta por el Tribunal Supremo, algunos ministros, y parte del parlamento. Ellos resolvieron que:
1. El Parlamento quedaba disuelto. Evidentemente, al Parlamento esto le trajo sin cuidado, y expulsaron a todos los parlamentarios que se oponían a su supremacía en la República.
2. Habría elecciones generales extraordinarias especiales al Parlamento. Sería solo para aquellas ciudades que pudieran realizarlas, y no pasaría por la escala provincial, que es el mecanismo regular de la constitución, sino que sería, directamente, estatal.
3. El nuevo rey de Brödtland sería Sigvard Bernadotte, pues es el descendiente más cercano a Karll. Concretamente, es el segundo hijo de su primo (bisnieto primogénito del abuelo de Karll). No hay ningún otro miembro en la línea sucesoria que sea más cercano y que no sea demasiado mayor. De hecho Sigvard es hijo del anterior rey de Suecia, y tío del actual Carl XVI -Gustav. Si su hermano mayor hubiera muerto sin descendencia, Sigvard sería el actual rey de Suecia.
4. Se reafirmaban todas las medidas de la Carta Al Pueblo como medidas mínimas del estado total de guerra. Estas medidas son tales como el Agera, överleva och hjälpa, el cual solo yo estoy cumpliendo, y de casualidad, pues ahí cabe el entrenamiento militar. También la Ley Marcial, que, igualmente, solo yo la estoy haciendo yo.
5. Las provincias, y, en su defecto, las ciudades que pudiesen, poseerían el poder público de la nación, a la espera de que se conforme un estado central que represente al pueblo. Es por esto que surgieron ciudades con poder político independiente: los urbanatos. Y como todas ellas "representan al pueblo" cada una es Brödtland. Es decir, hay siete ciudades, y las siete dicen ser la verdadera Brödtland, pues no están de acuerdo con que el poder del resto de urbanatos provenga del pueblo.
Por ello yo soy, técnicamente, Teniente general de todos los ejércitos de Brödtland, porque lo soy, de hecho, tanto por Högkvarteräa como por parte de Miridya, pues Kanskekhöda prefirió quedar en segundo lugar y ser, únicamente, capitán de la división del mäkisering. Que yo los esté entrenando no tiene nada que ver.
En fin. Lo que dijo la ÖKESNÖ (Överlägsen Konstitutionell Exceptionell Styrelse av Nödsituation) no le importó a nadie, excepto en la parte en la que dieron el poder a las ciudades. Lo cierto es que ya en sus últimas reuniones sabían que ratificar su carta de excepción sería inmolarse, y, aún así, lo hicieron. Casi nadie de los que participaron en el ÖKESNÖ mantuvo su cargo original, y la mayoría o fueron encarcelados o huyeron al exilio. Probablemente si hubiesen esperado hubieran tenido más éxito, pues la lealtad de las fuerzas al parlamento se ha deteriorado mucho.
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Onda Brödugnar 2: Magia Y Destrucción
AksiBrödtland es un país al norte de Escandinavia que durante 1984 sufrió una terrible guerra, que, tras un año, a reducido el país a unas pocas ciudades-estado. A comienzos de 1985 el ejercito británico desarticula una sociedad secreta: la Orb, la cual...