BEUTIFUL HEARTS

CAPITULO 14

CAPITULO 14: INFORMACIÓN DE FLAMEL.

Durante las vacaciones de navidad Harry se negó a buscar aquel espejo, sin embargo pesadillas habían llegado, escuchando voces que parecían provenir de sus padres, haciendo que este despertara a mitad de la noche asustado y sudado, la capa se había mantenido guardada en un baúl, sin tener la necesidad de usarla.

Para Lilith y Dianett aquello no era diferente, las pesadillas habían llegado a ellas también, aún que en el caso de la pelirroja esta se levantada sudada y llorando sin razón, Dianett le había comentado que despertarla era un lío, ya que esta se quejaba y soltaba gritos con pequeños quejidos.

Dianett por su lado, aquellas pesadillas no eran pesadas, sin embargo le molestaba no poder dormir y tener que quedarse despierta debido a que las pesadillas le quitaban el sueño, las pesadillas estaban siendo acompañadas por las palabras de Dumbledore, ya que parecía que si le había afectado.

Harry no le había contado a sus hermanas sobre sus sueños, no quería preocuparlas, al igual que Dianett y Lilith, quienes tampoco querían contarle a su hermano, ya que no querían tocar el tema de Dumbledore. Aún que Harry ya lo supiera.

Los amigos de las hermanas, habían llegado, siendo recibidos con los brazos abiertos, contando sobre sus vacaciones y lo bien que la pasaron con sus familias durante aquellas vísperas de navidad.

— Parece que no pudieran dormir hoy...otra vez. — habló Theodore observando a sus amigas, quienes parecían derrotadas.

— Ni me lo tienes que decir, me veo horrible. — contestó la pelirroja.

— No digas eso Lia, tal vez parece que te han atropellado, pero no te ves horrible. — soltó el moreno.

Aquello ofendió a la pelirroja, haciendo que esta le aventara un cojín, pero este lo esquivo.

— Que mala puntería Potter. — habló Draco.

— Callate Malfoy.

La pelirroja volvió a aventar un cojín, haciendo que este le cayera a Pansy, quién lanzó otro y llegó a Dianett, quién tiró enojada el cojín hacia Theodore porque arruinaron su peinado.

En cuestión de segundos el grupo de amigos se encontraba en una pelea de cojines, pero al parecer el hecho de que Draco tuviera buena puntería no lo favoreció, ya que todos estaban rodeándolo por haberles lanzado un cojín.

— Si se atreven a hacerme algo, mi padre se enterara de esto. — amenazó.

— No te preocupes Draco, no va a doler. — soltó Nayli.

En segundos ya todos se encontraban golpeando al platinado con los cojines, haciendo que este se quejara, mientras se cubría con su manos.

Luego de unos cojines más, el platinado se levantó, dejando que todos comenzarán a soltar risas hasta mas no poder.

— ¿Mucha risa? — se quejó el platinado.

— Draco...la vaca te lamió mal. — soltó Daphne mientras reía.

— No, no, la estrellita salió a pasear. — soltó Lilith, haciendo reír aún más a sus amigos.

— ¡Ya, dejen de reírse! — gritó Crabbe. — ¿Qué no ven? 

Todos negaron.

— Salió el solecito. — soltó riendo.

Mientras todos reían por el comentario, el platinado miraba enojado a sus amigos para luego tocarse el cabello y darse cuenta que había mechones levantados mirando hacia otro lados.