BEUTIFUL HEARTS

CAPITULO 8

CAPITULO 8: NUEVOS BUSCADORES

Mientras Dianett se peleaba y le advertía a dos niños que los iba a matar, del lado de los hermanos los habían llevado a un despacho.

La profesora McGonagall estaba en silencio, no decía nada, sin embargo tampoco se la veía enojada, al contrario parecía contenta ante la situación.

Luego de unos minutos entro un chico por la puerta, el cual parecía unos años mayor que ellos.

— ¿Me mandó a llamar profesora? — preguntó.

— Oh si, señor Oliver Wood, el es Harry Potter, su nuevo buscador. — soltó emocionada.

— Pero, los de primer año tienen prohibido jugar profesora. — habló Oliver

— Hablaré con Albus, haremos una excepción. — dijo. —Creo que es mejor que se vayan, deberías explicarle. — informó.

— Claro profesora, con permiso. — soltó aquel chico.

Harry volteó a mirar a su hermana, haciendo que está le hiciera una seña para que supiera que estaba bien.

Después de eso Harry salió de aquel despacho, para que luego de unos minutos llegará otra persona.

— Me mandó a llamar profesora McGonagall, ¿que sucedió? — preguntó el profesor Snape.

La sangre de Lilith se congeló, ¿por qué habían llamado a su jefe de casa?

— Verá profesor Snape, la señorita Potter ha montado una escoba sin supervisión , y eso merece un castigo, es cual usted debe de poner. — informó.

Snape miró a la pelirroja, la cual parecía enfada ante la situación, sin embargo permaneció callada.

— Esta bien, yo me encargó...venga conmigo señorita Potter. — soltó el profesor.

Lilith se levantó de la silla, para luego salir sin despedirse de aquella profesora, yendo detrás del jefe de su casa. Durante el trayecto esta permaneció en silencio, viendo el collar y pensando el porque ella tenía un castigo. Así que decidió hablar con el jefe de su casa.

— Profesor. — llamó la pelirroja.

— Dígame señorita Lilith. — respondió.

— Me parece injusto esto. — soltó la pelirroja, haciendo que el profesor se detuviera y la mirara confundido. — Mi hermano quedó como buscador en su equipo, y yo recibo un castigo, no me parece justo.

— Oh, hubiese empezado por ahí. — respondió. — ¿Le gustaría entrar al equipo entonces?

— Parece interesante, pero lo que trato de decir es que, hicimos exactamente lo mismo, y yo recibo el castigo.

— En tal caso señorita Potter, olvide el castigo, si pueden hacer una excepción con el señor Potter, con usted ¿por qué no? — dijo. — Hablaré con el director.

Cuando el profesor estaba a punto de hablar un estudiante llegó, al igual, parecía unos años mayor que la menor de los Potter.

— Profesor. — llamó.

— ¿Qué pasó Marcus? — preguntó.