Capítulo 1

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Hace años, la CIA reunió un grupo de soldados para su propio beneficio, ¿El objetivo? Lograr acabar con el mayor número de actos delictivos en diferentes sitios, pero había un grupo en especial llamado "Nivel 7" el cual se encargaba de operaciones más importantes y riesgosas, estos hombres y mujeres siempre acaban en cajas de roble, de todos los grupos creados, solo un número minimo sobrevivía y cuando la decisión de retirarse pasaba por sus cabezas, la CIA sabía que serían inservibles, por lo que un nuevo cometido y plan comenzó a surgir. El objetivo era simple, las personas racionales y estables no servirán en este tipo de actividades, necesitaban gente dañada y bestias que no se dejarán dominar por cualquiera.

Y ellos sabían por dónde comenzar; aquel día un hombre bien vestido, cubierto del rostro y con el porte de un líder, se acercó a una de las cárceles más protegidas de Estados Unidos, ahí comenzaría su búsqueda. El día era soleado, era verano y podía sentirse tras las capas de paredes gruesas de la cárcel, el ambiente era silencioso en algunos puntos y en otros, podía sentirse el verdadero entorno triste y lamentable.

—Buenas tardes señor, no lo esperábamos tan temprano.

El hombre encapuchado lo miro fijamente. —Siempre espera lo inesperado. ¿En dónde está?

—Esta dentro.

—Abre.

El guardia saco una gruesa llave de su cinturon y abrió el pestillo de la gruesa y pesada puerta de metal, la cual produjo un sonido hueco cuando fue abierta, dejo pasar al de traje y este se detuvo en el umbral cuando vio la presencia de dentro frente a él. Pidió que cerrarán y camino lentamente hasta hacer resonar sus zapatos pulidos por la celda de concreto, un hombre reposaba sentado en el suelo con ambos pies encadenados al suelo y las manos esposas a una corra que las unía a su cuello; un silencio sepulcral se hizo presente, ninguno de los dos pretendía hablar por ahora, sino fue hasta que él que permanecía de pie decidió hacerlo.

—Señor Jack. . . Jack Conway, ¿Cómo está?

El mencionado lo fulminó con la mirada. —De puta madre, ¿No lo ves? 5 jodidas estrellas, ¿Te gusta mi penthouse?

El hombre río y se cruzó de brazos. —Es una mierda, te pega.

Conway gruñó molesto. —¿Qué haces aquí, nivel 8 de mierda?

—Verás, no vengo precisamente a visitarte y saber cómo estás, tu deplorable aspecto habla por si mismo; a lo que vengo es a reclutarte. Tu país te necesita Jack.

Conway soltó una rompió en carcajadas, se puse de pie y tocó su estómago. —¡Hostia puta! No me había reído así en años, olvidas algo hijo de puta, si estoy aquí, es porque vosotros así lo decidieron y no solo eso, me niego a pisar el exterior, ya me habéis quitado todo, no tengo miedo a morir aquí encerrado.

—¿Y si te digo que no es así?

Conway paro de reír y su sonrisa desapareció, hace años lo habían privado de su vida, por haber aceptado trabajar para ellos, había sangre en sus manos que nunca quiso tener, antes de que Dios pudiera condenarlo, el ya lo había hecho, prefirió pudrirse en una celda, porque se negaba volver a matar y es que el también era muy cobarde para suicidarse, sabía que los seres queridos de las víctimas que pasaron por sus manos, habrían preferido verlo sufrir tras barrotes o en este caso, encerrado en 4 obscuras paredes y esa, sería su condena.

—No quiero mi libertad. Quiero pudrirme aquí.

—No estás equivocado, serás libre Jack, pero hay algo más. ¿Recuerdas a tus hijos?

Conway al escucharlo, lo miro con los ojos inyectados en furia y corrió hacía el para intentar golpearle, pero las cadenas que lo retenían se lo impidieron. —¡No vuelvas a mencionarlos! ¡Vosotros habéis matado a mis hijos!

Nivel 7  | FREDDYTABO | FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora