Capítulo 19

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Sus párpados pesaban al intentar abrirlos, la molesta luz que se colaba por los ventanales lastimaba sus ojos, pero eso no fue lo relevante en ese momento, pues cuando estuvo más despierto, un inmenso dolor recorrió todo su cuerpo, no sabía cómo explicarlo o en dónde tocarse, cada extremidad dolía horrible. Giró su rostro hacía su derecha poco a poco, encontrándose con Freddy, el cual tenía sangre sobre su cuerpo, se asustó y por un momento pensó que estaba muerto, intento sentarse, pero una pulsada le hizo regresar al colchón, sus ojos se inundaron en lágrimas cuando se percató de un dolor en especial, observo su cuerpo desnudo y lastimado, levanto con temor una pierna y pego un fuerte grito lastimero.

Freddy quien aún dormía, se levantó asustado cuando lo escucho y apenas dió unos cuantos parpadeos, noto su entorno, inmediatamente el pánico se apoderó de él. Con la respiración agitada y la mirada perdida en Gustabo, lo vio retorcerse de dolor mientras intentaba cubrirse, su vista viajo por todo su cuerpo y se detuvo en su zona trasera, apartó la vista rápidamente cuando noto el daño.

—¡¿Qué me hiciste?!

No respondió, pues el tampoco sabía que había ocurrido allí, rápidamente busco sus prendas, vistiendo sus calzoncillos y pantalones. Se acercó al rubio y noto lo herido que se encontraba. -Gustabo, lo siento tanto, no se que ocurrió, no tengo idea de lo que hice.

Gustabo sollozo y cubrió su cuerpo con la sábana. —Vete. . .

—Escucha, ambos tenemos que resolver esto, no me pidas que me vaya ahora.

—Vete, ¡Vete Freddy! Por favor, no quiero verte.

—Gustabo, lo siento tanto, te juro por mi vida que no fue mi intención.

Freddy tomo sus manos y busco su mirada, pero el rubio no respondió de la misma manera, desvió su mirada y alejó sus manos, quería correr y perderse lejos de todos, ahora no solo quería huir de Conway, sino también del pelinegro. Tampoco recordaba nada y eso le provocaba más terror, porque eso significaba que él había vuelto a hacer de las suyas.

La puerta fue abierta, se trataba de Castro, quien no solo observo todo confundida, sino que inmediatamente sintió pena. -Freddy, sal de aquí. Iré a buscarte para tratar tu hombro.

El pelinegro miro por última vez a Gustabo y se alejó lentamente de él hasta salir de la habitación. Castro suspiro y se acercó a Gustabo, quien aún mantenía sus ojos llorosos, le sonrió suavemente para evitar asustarlo, observo detalladamente los hematomas, las heridas secas y la del hombro que aún se veía terrible, fue hacia el cuarto de baño para tomar una toalla y humedecerla. Conway le indico que buscará a sus compañeros y cuando escucho esos gritos, temió abrir la puerta, por lo que escucho la pequeña conversación unos minutos y fue cuando se percató que algo malo había ocurrido.

Busco en las cajoneras del baño un botiquín de emergencias y regreso con el rubio, quien hacía el intento por sentarse hasta conseguirlo y recargarse en la cabecera de la cama, su labio estaba reventado, su pómulo hinchado y llevo su diestra a su hombro. Se acercó y comenzó a limpiar la sangre seca que yacía sobre su piel, fue cuidadosa y trato de evadir la mirada interrogante de Gustabo.

—¿En dónde está tu medicación?

Gustabo ya no tenía nada que esconder, después de lo de anoche, toda la misión se había ido a la mierda. —En el retrete.

—Muy bien, pues te lo aplicaré inyectado.

—Te clavaré la aguja si lo intentas.

—Tomaré el riesgo. Por cierto, necesito un mechón de tu bonito cabello, Conway quiere hacer el examen de paternidad.

Nivel 7  | FREDDYTABO | FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora