Capítulo 3

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El traslado a las oficinas había sido largo, pero gracias a eso pudo observar detalladamente los cambios de la ciudad, habían bastantes y algunos otros parecía que los años nunca los había tocado; intento relajarse en su asiento, pero nunca estuvo cómodo rodeado de tantos agentes y personas "cuidandole" era gracioso si lo veía desde el punto de que sabía que le temían y tenían sus razones, pues solo necesitaba un arma y en segundos acabaría con cada uno de un tiro limpio en la sien.

Cuando finalmente llegaron a la edificación de las oficinas, bajo del auto para hechar un vistazo, habían cambiado bastante, siguió al nivel 8 que aviso de su llegada, pues inmediatamente todo el equipo de seguridad se mantuvo en firmes ante su presencia. Subieron a un ascensor y llegaron al segundo piso, entraron a una oficina, en dónde había una tercera presencia allí.

—Buenas tardes.

—¿Quién es ella?

—Señor Conway, ella es la señorita Castro. Es la quinta integrante de tu equipo, os dejaré solos, tienen que ponerse al día.

Conway inhaló profundamente, no sabía por dónde comenzar la conversación con la mujer pelirroja que lo miraba de arriba a abajo, como si estuviera juzgándolo y eso es lo que justamente estaba haciendo, porque una mueca de desagrado se poso en sus femeninas facciones, aquello le hizo sentir enfado y ganas de irse de allí sin decir una sola palabra. Pero entonces ella se adelantó, carraspeó y se acercó a él.

—Primero te sugiero que te des una ducha y te cambies de ropa. Sígueme, te llevaré a la casa que usaremos como sede y ahí podemos hablar más tranquilos de nuestros viajes.

—Joder. . .

Después de algunas quejas, siguió a su nueva compañera. Por suerte la casa estaba a unas cuantas cuadras y no demoraron mucho en llegar, Castro le indico en donde podía asearse, Conway entro a una habitación bastante cómoda, era grande y al parecer estaban prevenidos, porque el armario tenía ropa de gusto; ignoro todo lo demás y fue directo a ducharse, hace tiempo no tenía una ducha decente, tardó al menos 30 minutos, pues quería recordar el agua cálida cayendo por su cuerpo poco a poco, se dió un momento para afeitarse y peinar sus cabellos, al estar listo, regreso a la habitación para elegir un conjunto de prendas obscuras y cómodas; estaba listo.

Busco a la pelirroja con la mirada una vez salió de la habitación, inspeccionó un poco el lugar, era bastante extravagante y moderno.

—Estoy por aquí.

Al escuchar la voz, se dirigió dónde provenía. Entro a un salón, dónde una enorme mesa redonda había en el centro y un montón de armamento estaba preparado, acomodado en calibre y tamaño.

—¿Es navidad? Ya te digo que yo que por los historiales de todos solo necesitaremos una puta camisa de fuerza.

—No los subestimes, esto lo dejaron para nosotros, solo podemos llevar una MK por ahora, supongo que estarás de acuerdo conmigo en ir primero a Boston.

—Hombre, no empezaremos por Europa, nos joderia bastante la puta existencia.

—Perfecto, entonces reservaré vuelo para mañana temprano.

—Negativo, empecemos de una buena puta vez esto, iremos hoy así se haga de madrugada.

—No me jodas Conway, acabas de salir de la cárcel, al menos relájate.

—No pienso ponerme a descansar y a tomarme el té contigo, es hoy y no pienso cambiar de opinión.

[...]

Parecía que trabajar con Jack Conway sería muy difícil, no sabía cómo, pero había conseguido aplazar el vuelo para hoy, Conway estaba muy relajado en su asiento, mientras Castro lo miraba con ganas de asesinarlo, no llevaban un día como compañeros y ya la había estresado. El vuelo había durado aproximadamente 5 horas, para cuando llegaron, ya había anochecido, el viaje en auto les hizo tardar más, pero estuvieron puntuales en el lugar acordado, finalmente el edificio de la cárcel estaba frente a ellos, los estaban esperando, pues no fue necesario un interrogatorio, ambos dijeron sus nombres y el acceso les fue concebido, los guiaron por pasillos largos y fríos, hasta que se detuvieron en una sala en específico, la cual estaba protegida con dos guardias en cada esquina.

Nivel 7  | FREDDYTABO | FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora