Final 2/2

342 63 20
                                    

Cuando mirada a su alrededor, entendía que las decisiones que había tomado, habían sido las correctas, no hacía falta decir porque, tenía tanta vida ahora mismo, incluso sueños por cumplir, había vivido una gran parte de su vida encerrado en un lugar del que creyó nunca salir, era curioso, ya que fue su mismo padre quien le había rescatado inconscientemente y no solo él, sino que la persona que pasaría a ser relativa en su vida y de quien se enamoraría y sufriría por ello.  A pesar de que su padre, Jack Conway, no fue el mejor padre, si que le agradecía algo y fue esa extraña capacidad de mantenerlo fuerte y constante a las circunstancias de la vida y aún muerto, seguía dándole lecciones y protegiéndolo. 

Por supuesto que sabía que Conway le había dicho a Freddy que se alejará de él y aunque le costo entenderlo, cayó en cuenta porque. Logro reconstruir, al lado de su madre y del recuerdo que dejo su hermano, de que un día existió y cuando veía a su hija, sonreía al saber que su hermano a pesar de sus errores, hizo un buen trabajo criando a una persona excelente, el poco tiempo, que pudo estar a su lado. 

— Tío Gustabo, ¿por qué no tienes novia?

— Joder que pregunta, no estas lista para saberlo.

— ¡Si tienes! Cuéntame y prometo no decirle a la abuela ni a mamá. 

 Gustabo sonrió y soltó un suspiro — No tengo, nunca he tenido y lo mas probable es que nunca tenga.

— ¿Por qué?

— Porque sigo enamorado de la misma persona de hace años. 

Por supuesto que no mentía, podía engañar a su mente, pero jamás a sus sentimientos, merecía un descanso mental, pero nadie le aseguraba aliviar el dolor de su corazón y esa soledad tan cruel que seguía ahí presente, tardo en aceptarlo, pero aquel día que Freddy se fue, se dio cuenta que necesitaba mucho mas que una pareja para olvidar el inmenso cariño que sintió por el pelinegro, aprendió tanto de si mismo y gracias a él, no solo controló a Pogo, sino que logro hacerlo desaparecer por lapsos de tiempo y nunca pudo agradecerle por tanto, le debía tanto.

— ¿Y donde está? 

— En donde debe estar, con su familia, como yo contigo, ¿entiendes?

La menor le sonrió y se levanto de su asiento para abrazarlo. — Entiendo tío, no estés triste.

 Correspondió su abrazo y se refugió en sus brazos, siempre era bienvenida su compañía, a pesar de ser una niña, tenía tanto cariño que dar y sabía escuchar aunque probablemente no entendería la situación, aquellos días que tenía ser voluntario para cuidarla siempre llegaban a ser como si fuese una rara entrevista o interrogatorio, pero era una niña y entendía su curiosidad.  

Cuando estuvo capacitado para continuar con su vida, decidió que era el momento de empezar de 0 y con ello, requirió no solo cuidar de su salud física, sino también mental y esa era la mas importante. Encontrar trabajo no fue fácil, pero tampoco imposible, el mismo sabía que no encontraría algo importante como estar detrás de un escritorio, había comenzado desde lo mas bajo, pero aunque así lo fuera, se encontraba extrañamente feliz y satisfecho con lo poco que ganaba y tenía; ser un basurero constaba de burlas y miradas a las que siempre estuvo acostumbrado, pero ahora mas que nunca, podía pasarlo de largo y centrarse en su trabajo.

Aquel día había iniciado como todos, excesiva carga de trabajo, pero con un ambiente risueño y alegre, sus compañeros de trabajo, por primera vez en su existencia, no eran matones, ex convictos o asesinos, solo eran personas normales que se ganaban la vida de manera honrada y eso, significaba mucho para el. La jornada cuando terminaba se volvía la mejor parte del día, ya que regresaba a casa y aunque había pasado el tiempo, seguía siendo tan irreal que con quien se encontraba al llegar, era con su madre recibiéndolo con un abrazo y una cena caliente. 

Nivel 7  | FREDDYTABO | FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora