Katara miró la enorme estructura del edificio donde estaban los maestros aire y se intrigó un poco, no entendía por qué sí se suponía que ellos eran espíritus libres.-Príncesa Katara,- le habló el monje que salía. -El maestro Gyatso la recibirá ahora.
-Le agradezco mucho,- ella le regaló una sonrisa y lo siguió adentro.
Las enormes puertas resguardaban el jardín más bonito que había visto, lleno de flores de colores, árboles enormes y mucho pasto. Había animales flotantes, grandes y esponjosos, además de unos cuantos monjes haciendo actividades como cuidar las plantas y levitar. Ella miró todo asombrada y realmente impresionada. Un monje calvo con flechas pintadas se acercó, era un hombre mayor con mirada y sonrisa amable.
-Katara, es un gusto tenerte aquí, no te veía desde que andabas con pingüinos.
-Oh, de eso ya hace tantos años,- se sonrojó un poco al pensar en sus travesuras infantiles.
-Ni tanto, sigues siendo una niña,- él le sonrió. Ella tenía 16, su familia desde luego ya no la consideraba así.
-Ya no me siento como una,- se sinceró un poco, al fin de cuentas era lo que tenía que hacer.
-¿Por qué no me acompañas a tomar un té y platicamos?- le señaló con la mano y lo siguió.
-Tienen unos jardines hermosos,- alagó con sinceridad.
-El mérito es de la naturaleza.
-Pero, alguien debe cuidarlos, ¿no?
-Eso sí es mérito nuestro, es verdad.
Llegaron a una pequeña salita, ya había té ahí, se sentaron y el monje sirvió dos tazas. Le dieron un sorbo y la princesa suspiró.
-Es un té realmente bueno.
-Es té de jazmín, mi aprendiz lo hizo, está mejorando la técnica.
-Delee felicitaciones de mi parte, por favor.
-Quizá lo haga, ciertas palabras pueden mejorar el día o la vida,- la miró sin soltar su taza. -¿Qué es lo que tú buscas que este pobre monje pueda ayudarte?
-Bueno,- suspiró tratando de encontrar las palabras. -En realidad quisiera un consejo de alguien que sea imparcial.
-Todas las personas son parciales, todos tienen un fin y una necesidad qué cubrir del otro, sobre todo en tu mundo.
-Oh, mi mundo. ¿Es algo malo?
-¿Para quién? ¿Para mí o para tí?
-Para ambos.
-Bueno, para mí no es bueno, tantos pasteles en los banquetes me hacen engordar,- tomó su barriga y se rió de su propio chiste. -Aunque, para tí es diferente, será bueno si te ofrece lo que necesitas.
-Lo que necesito no es importante,- ella negó con la cabeza. -Yo me debo a mi pueblo, nací con cierta posición que tiene que tomar responsabilidades.
-¿Responsabilidades según quién? ¿La corona o el pueblo?
-Mi matrimonio es lo mejor para la corona y el pueblo lo aprueba, eso es un equilibrio difícil de lograr, ¿no?
-Oh, el matrimonio, cosa demasiado seria,- sirvió un poco más de té para ambos, tomándose un poco más de tiempo para contestar. -¿Sabes por qué los nómadas-aire no se casan?
-¿No se casan?- preguntó intrigada, sabía muy poco de su cultura.
-No, los nómadas-aire no contraemos matrimonio. Es una acción muy fuerte donde le cedes tu vida y alma a alguien, nosotros creemos que eso no nos pertenece, así que, no podemos ceder algo que no es nuestro.
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Deberes y Deseos
FanfictionLa princesa Katara del Polo Sur está comprometida con el príncipe Zuko de la Nación del Fuego, ambos están conscientes de que no se aman y lo harán por su pueblo. Todo sería más sencillo para Katara si no hubiera aparecido Aang. Créditos de la Por...