Creepypastas

2016

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—¿Brad Fischer?, no lo sé... —dudo el joven adulto en contestar, habían pasado años desde aquel suceso, eran borrosos los recuerdos—. Bueno, me acuerdo de un tal Brian, solían decirle Brad solamente... Bu-bueno, los más cercanos le decían así, ¿pero Fischer?... Vaya, eso no lo recuerdo —paso su mano por su cabello, tratando de recordar.

—Necesitamos que se acuerde de todos los detalles —hablo seriamente el oficial de policía, pues recientemente pudieron conectar algunos casos de los homicidios, tanto recientes, como antiguos; con la masacre en aquella escuela de hace trece años. Se estaba desesperando, su compañero lo noto, poniendo su mano sobre su hombro, dándole a entender que debían descansar y aquel muchacho también. Suspiró profundamente, demostrando desánimo Gracias por su aportación, si necesitamos algo más de usted lo llamaremos.

—Eh... Claro —dijo entusiasmado el más joven, pues realmente quería ayudar, pero le era imposible recordar. Antes de salir de la habitación, el oficial lo detuvo, lo miro.

—Aparte de ti, ¿sabes de otro que haya sobrevivido a la masacre? —Alex volvió a pensar, tenía entendido que casi nadie sobrevivió, realmente era un milagro que él sobreviviera; de repente le llegaron a su mente dos personas.

—Sí, hay dos personas más, recuerdo que uno se había enfermado y el otro se había intercambiado de escuela, pero somos muy cercanos.

—¿Quiénes son? —pregunto de nuevo, ya que tal vez le servirían—. ¿Crees que sepan quien fue el asesino?

—No puedo asegurárselo, sin embargo, tenemos sospechas. Si usted lo desea puedo traerlos aquí mañana —el oficial asintió—. Bien, entonces se los traeré mañana. Son Jay Wagner y Timothy Sutton.

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Hoodie se encontraba ansioso, se notaba por su pierna, la cual no dejaba de mover de arriba hacia abajo, Toby lo noto, quien se acercó hacia él.

—¿Acaso no te dieron anoche? —pregunto aguantándose la risa, tanto quería preguntarle que no había tartamudeado, lo que le sorprendió a Hoodie para luego enfadarse.

—Jódete y a todo esto, ¿qué te importa? —lo miro con fastidio, aunque su mirada volvió a dirigirse a Masky.

—U-uy perdona, no sabía que es-estabas en tus días —Hoodie no decía nada, lo que le preocupaba aún más a Toby, volteo a ver en dirección de la capucha, tratando de ver lo que el otro veía—. ¿Ah-ahora que te hizo Masky?

—Nada —eso era extraño, pues normalmente si estaban molestos, era porque uno le había hecho algo al otro. Toby no veía nada raro, solo era Masky, hablando animadamente con la famosa Jane the killer. Al procesarlo por un largo rato, llego a una conclusión, sonriendo.

—Estás ce-celoso, ¿no es así? —dijo mientras mostraba una gran sonrisa, Hoodie lo miro con sorpresa, pero rápidamente negó.

—Qué estupideces dices.

—Vamos, se te nota en tú ca-cara... —el otro lo miro extrañado, a lo que el de googlees pensó en como decírselo, pero al no encontrar las palabras, solo atino a decir—. Tú me entiendes —Hoodie miro hacia otro lado, Toby decidió no decir nada, pues en sus propias palabras, no era divertido si no le prestaba atención. Se levantó dejándolo solo e ir con el dúo.

El de pasamontañas miro a los tres, hablando y riendo, él prefería no acercarse, creía que Jane era una loca psicótica y bastante rara, pero algo no le dejaba tranquilo, lo cual no entendía del todo.

"¿Qué le ve de divertida?"

Jane the killer había llegado hace tan solo un año, lo cual fue una sorpresa para Hoodie encontrarla en la cabaña, hablando tranquilamente —sin mencionar que demasiado amigable— con Masky, ya que daba la casualidad y se conocían desde hace tiempo.