𝖀𝖓𝖍𝖊𝖆𝖑𝖙𝖞 𝖔𝖇𝖘𝖊𝖘𝖘𝖎𝖔𝖓 [ticcimask]

L i t t l e B r e a k

13 de diciembre del 2016

El de ojos avellana comenzaba a despertar, aunque a diferencia de otras veces, está vez se despertó exaltado, asustado. Había tenido una pesadilla con el accidente, que incluso en este momento aquellos recuerdos continuaban acompañándolo en cada momento, especialmente durante las noches.

Tan rápido noto como se había sentado por culpa del susto, volvió a acostarse, miro al techo. Está no era su habitación, o más bien, no era donde pasaba la mayor parte del tiempo secuestrado, era la habitación de “Tim” la noche pasada pues… bueno, se sabe lo que pasó.

El mayor le dió un jugo de naranja que tenía, muy seguramente alguna droga, ya que después de tomarlo se sintió muy extraño, mareado y se sentía algo entumecido, también siendo posible que por eso mismo no recordara mucho de esa noche, cosa que de cierta forma agradecía, era mucho mejor no recordar lo que pasó a cargar con más abusos en su memoria por tiempo indefinido y lo más probable es que fuera toda su vida, así que ni siquiera se esforzó en intentar saber lo que le hizo, de todas formas ya lo suponía.

Se volvió a sentar, algo confundido ¿Dónde estaba ese tipo? Lo último que recordaba era que se había acostado a dormir junto a él, diciendo cosas que no podía entender muy bien por su estado en ese momento.

Guardó silencio y agudizó lo más que pudo su oído, tratando de adivinar en qué parte de la casa podría estar, sin éxito, la casa estaba en un extraño y total silencio ¿lo estaba probando, acaso? No creía que hubiera salido de su hogar así como así, no lo había encerrado otra vez en el sótano y ni siquiera estaba atado, tal vez era una trampa. Se puso de pie aún adormecido, mareado y muy aturdido por el, bueno… digamos “Jugo mágico”.

Se tambaleó un poco mientras caminaba a la puerta de la habitación y trataba de girar el pomo, trataba, porque claro, estaba cerrada bajo llave y fue demasiado ingenuo al pensar que realmente sería así de fácil.

Suspiro y se dejó caer por la puerta, sentándose en el suelo para tratar de pensar en algo, nunca cambió de parecer a la idea de que aún quería escapar de ese infierno en tierra, pero ¿cómo? Estaba ahora un tanto más delgado que antes y eso tomando en cuenta que jamás fue especialmente musculoso o algo así, siempre fue demasiado esbelto, pero en este momento se notaban demasiado sus costillas y otros huesos, definitivamente no tenía fuerzas para empujar o derribar la puerta.

Pensó en buscar algo que le sirviera, en los cajones, el armario, bajo la cama, bajo el colchón, sin embargo, lo único que encontró fueron prendas suyas que el asqueroso que lo tenía encerrado le robaba, fotos también suyas, ropa del hombre, zapatos, papeles y más cosas inservibles para el en ese momento, sólo encontró un pequeño trozo de metal plano que seguramente solía ser parte de un cuchillo o objeto afilado, honestamente no le tenía mucha esperanza aunque ¿qué otra opción tenía? Ni siquiera encontró una navaja o algo, era lo único que podía intentar. Pasó el pequeño metal por el espacio entre el marco y la puerta, justo donde se encontraba la cerradura, comenzó a empujarla y a mover con más intensidad el trozo de metal, sin importar que lastimara su propia piel al empujarlo contra su palma.