Marinette
—Umm.... Parece acogedor. —dijo mirando alrededor de mi habitación. Después de la comida, mamá insistió en mostrarle los alrededores. Aunque no quiera, mamá me fulminó con la mirada lo que me hizo cambiar de opinión.
—¿Por qué has hecho eso? —Le pregunté. Lo que hizo durante la comida fue realmente vergonzoso. Pensando en ello no pude evitar sentir como mis mejillas se calentaban de nuevo. Se dio la vuelta y sonrío satisfecho.
—¿Hacer qué? —Aprete los dientes. Sabía lo que había hecho, pero se seguía haciendo el inocente. Antes de él, nadie había sido capaz de molestarme tanto. Pero este hombre realmente se atrevió a irritarme hasta la muerte.
—¡Sabes de lo que estoy hablando! —Sacudió ligeramente la cabeza antes de sentarse en mi cama. Se inclinó hacia atrás apoyando su cuerpo con los brazos.
—No, no lo sé. —Le miré seriamente. ¡Este hombre! ¿Cómo es que la gente de su manada lo soporta?
—¿Quieres que te lo explique? —Asintió con la cabeza
—Oh por favor, lo estoy deseando. —¿Es enserio? Porque nunca he visto a un hombre comportarse así. Si otros lo miran tendrán una fuerte aura dominante pero ahora mismo no hay nada más que burla en sus ojos.
—Olvídalo. No tiene sentido discutir contigo. —le fulminé con la mirada antes de darme la vuelta y caminar hacia mi armario.
Pasé los ojos por la ropa que colgaba dentro. Siento su mirada clavada en mi espalda. No sé por qué, pero su mirada siempre me intimida. Incluso la mirada aguda de Avan sería el mayor fracaso. Sacudiendo la cabeza alargo la mano para coger uno de mis vestidos, pero jadeo cuando siento que me abraza por detrás. Mis ojos se abrieron de par en par al sentir su aliento caliente en mi oreja.
—¿Qué... qué crees que estás haciendo? —Tartamudeé mientras intentaba forzar mi pregunta.
—Hueles tan bien, no tienes ni idea de lo que me está haciendo. —No respondí, pero hundió su cabeza en mi cuello. El vello de mi cuerpo se erizó de inmediato. Y algo dentro de mi estómago empezó a moverse. Nunca me había sentido tan nerviosa y no sé qué me está pasando.
—Suéltame... suéltame tú...—Antes de que pudiera terminar sentí sus labios en mí cuello. —Que...
—Shh.... Hablas demasiado. Ahora cállate y disfruta. —Me susurró al oído y me mordió el lóbulo de la oreja.
Cerré los ojos con fuerza. Su mano recorrió mi abdomen. Aunque llevo puesto un vestido, la forma en que me está tocando lo siento en la piel. Mi respiración se aceleró mientras me apoyaba más en su pecho.
—Eres jodidamente deliciosa —susurró de nuevo mientras su lengua lamía la piel de mi cuello. Un gemido escapó de mis labios y sentí que me ahogaba en su seducción. —Di mi nombre —volvió a hablar.
—Yo... —Ni siquiera pude articular palabra. Su mano subió recorriendo mi cuerpo y de repente me tocó un pecho. Se me cortó la respiración y sentí que me acaloraba.
—He dicho que digas mi nombre Marinette. —esta vez su voz sonó como una orden y presionó mi pecho con fuerza.
—Ah... Claw Noir... —Apreté su mano que estaba ahuecando mi pecho. —Es doloroso... —Pronuncié con voz temblorosa. Nunca nadie me había hecho sentir así. Y su mano áspera apretando mi punto blando bruscamente está agregando aceite en el fuego.
—Todo está bien... —Me besó la mejilla y bajó los labios hasta mi cuello. Su mano seguía amasándome el pecho.
—Claw Noir —gemí de nuevo mientras me mordía el cuello.
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ONYX: Eres solamente "Mía" -MLB
RomansaCuando lo veo acercarse otra vez, aquel gran hombre de pie como un rey, con los ojos ardiendo... Mirándome y afirmando que soy suya... -Déjame ir... Mi voz era casi un susurro. Sus ojos violetas me recorrieron el cuerpo, haciéndome sentir desnuda a...