Dulces sueños - (Tanjiro Demonio)

Capítulo V

Alcé la vista y vi a la mujer del biwa sentada en una escalera.

―¿Para qué me has traído?

―El amo Muzan requiere la presencia de todas las lunas superiores―informó―. Incluyéndote a ti como una excepción.

Mire a todos lados y no veía la presencia de ninguno de ellos. Algo está mal.

―Ellos no están aquí―Añadió al ver mi confusión―Están en otro lugar. Te llevaré con ellos cuando Muzan-sama lo requiera―Alzó su mano como si fuera a tocar el biwa― Por ahora, espera.

Y esta vez aparecí en una habitación de la fortaleza. Me trae muy malos recuerdos la última vez que pisé un lugar así.

Al verificar que no había otra presencia, me senté en una silla que hacia juego con un escritorio de alto valor y recordé todo lo que había sucedido hasta el momento para que el amo me cite.

Si el amo Muzan trajo a las lunas demoníacas, quiere decir que algo grande paso. 

¿Será que me ascenderá de puesto?

Esto seria bueno para Tamayo, podría darle más de mi sangre si subo de rango. Estaría más cerca de Kibutsuji y podría...

―Lograste tu misión, algo que muchos no han hecho.

Era la voz de Muzan, pero no lo veía ¿Acaso se comunica por telepatía?

―Tengo una buena noticia para ti.

Sonó el biwa y aparecí otra vez en las escaleras raras. 

Habían varios demonios alrededor. Todos arrodillados frente a mí. 

Esto no tenía nada de sentido.

Voltee a mirar por todos lados y no encontre al amo, pero si lo escuche.

―Me pueden explicar, como es que Taiyō que no lleva ni un tercio de lo que han vivido ustedes ¡LOGRO MATAR A TAMAYO!― Gritó Kibutsuji sin piedad rompiendo las cabezas de todos en segundos.

Ahí fue cuando vi algo extraño. Solo había cinco cabezas en el suelo.

―Que incompetentes― Dijo el amo con desprecio hacia sus sirvientes―. Aparte de que hallan matado a una luna creciente en más de 100 años, ¿ahora se dejaron ganar por un novato? Qué inútiles.

Todas las lunas habían regenerado sus cabezas en cuestión de segundos. Esa era la magnitud de su poder y... ¿Aún así yo les gane? Algo esta muy raro.

―Pero al menos el avance de Taiyō nos servirá. Ya no habrán molestias aparte de los cazadores de demonios, por eso voy a recompensarte a ti― Se acercó hacia mi y una de sus uñas comenzó a expandirse para luego clavarse en mi frente.

Sentí como una nueva sustancia ingresaba en mi cuerpo de forma descontrolada. Era demasiado, comencé a temblar al punto de tirarme al suelo y así su mano se apartó de mí.

―Te di mucha sangre, más de la que suelo dar normalmente. Te lo mereces Taiyō, has hecho un gran trabajo―. Me felicito sin cambiar su cara de arrogancia y se dirigió hacia los demás― Quiero que aprendan de él― Señaló a dos de los demonios―. Taiyō los acompañará en su misión, así me aseguraré de no llevarme ninguna decepción.

Y otra vez la chica del biwa tocó su instrumento, pero solo el amo Muzan desapareció.

―No sé cómo lo hiciste, pero te aseguro que fue suerte de principiante―Dijo Akaza que apareció en un segundo al frente de mí.

―Tengo mis métodos― respondí sin tomarle importancia.

―¡Yo quiero conocer al nuevo!― Gritó con euforia un demonio alto y con pelo blanco―. ¿Cómo lo lograste? ¿Mataste a todo un pueblo hasta encontrarla? ¿La engañaste? ¡Oh ya sé! Te la comiste en bien la encontraste, ¿no?―Sonrió con malicia en bien propuso lo último.