Capítulo I

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―¿Por qué no lo mataste? 

―Porque quería darle ese placer a usted, amo Muzan~

―Bien, te daré un poco de mi sangre luego de matarlo, ¿últimas palabras Kamado?

―Kibutsuji... nunca dejaré de buscarte, incluso si tengo que morir te prometo que ¡Te mataré y cobrarás tus pecados en el infierno!

Muzan me dedicó una mirada de muerte y me agarró del cuello alzandome para dejarme sin respiración.

―Tienes agallas niño, creo me sirves más vivo que muerto. Te daré un poco de mi sangre.

―No... ¡No lo permi... permitiré!― Hablé con mi último aliento antes de sentir como sus uñas se enterraban en mi cuello.

―Siento decirte que eso tú no lo eliges―. Me soltó y me comenzó a doler todo el cuerpo, poco a poco sentí como iba perdiendo el conocimiento.

―Descansa por ahora, tienes mucho que aprender.

 Ví como desapareció y todo a mi alrededor cambió, intenté levantarme pero el cansancio me ganó y me rendí.

. . .

Abrí los ojos y me encontré atado a una cama, intenté liberarme pero alguien me detuvo.

―No te muevas, no querrás enojar más al amo, está desesperado de tanta espera.

Observé al demonio, estaba sentando en una silla y vi en sus ojos el kanji de tercera luna superior. 

―¿Dónde estoy? 

―Estás en la fortaleza infinita, tu nuevo hogar.

Mire a todas parte para encontrar algo que me ayude a liberarme hasta que capté un pequeño detalle.

―¿Por qué no recuerdo nada?

―Pensé que te darías cuenta más rápido, veo que la visión no es lo tuyo. Fuiste convertido en demonio por eso no recuerdas nada, debes estar hambriento.

Solo hasta este momento no había notado el hambre que tenía. 

―¿De qué hablas? ¿Cómo que demonio? ¿Soy acaso algún vampiro o algo así?

―Los vampiros son un mito, los demonios son reales y tú eres uno de ellos. Somos seres inmortales que comemos humanos para hacernos más fuertes― Se levantó de la silla―. Voy a presentarte a nuestro creador, debes referirte a él como amo Muzan.

Cuando el chico extraño se fue, sentí un hambre insaciable, no sé que hice pero logré romper las sogas con mis brazos, ¿en qué momento obtuve tanta fuerza?

Caminé, abrí la puerta y vi una especie de laberinto con un montón de puertas y escaleras diferentes y de todas las direcciones.

Comencé a caminar por una escalera hasta llegar a una puerta, escuché a alguien gritar y cuando abrí la puerta vi como alguien se estaba comiendo a una señora. 

Le iba a ayudar pero de repente sentí mi hambre más fuerte y quería comerme a la señora. Cerré la puerta de inmediato al pensar eso y corrí a esconderme a otra habitación.

Pensé que todo había pasado, pero sentí una mano agarrar mi hombro y cuando me voltee era un señor con una cara deformada. Le pegué un puño para que me soltara y salí corriendo hasta que sonó un biwa y aparecí de la nada en una especie de tarima.

Dulces sueños - (Tanjiro Demonio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora