Capítulo III

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Actualidad

―Ya está listo señor―Dijo Akaza.

―Muéstrame lo que aprendiste―Exclamó Muzan.

Tanjiro se quedó inmóvil. Seguía sin confiar en ese hombre.

En un movimiento rápido el demonio superior atacó al novato. Este logro esquivar el ataque y usar su técnica cuando volvió a recibir otro.

―Mhm... nada mal, sigue así y subirás de rango muy rápido― Miró al otro demonio―. Ya puedes irte. Lo hiciste muy bien, Akaza.

La luna creciente asintió y desapareció.

―Sígueme― Ordenó a Tanjiro―. Tengo una misión especial para ti.

―Si tiene que ver con comer humanos lamento decepcionarle pero...

―Conozco tu debilidad. No voy a pedirte que la pongas a prueba―. Miró a Tanjiro mientras entraban a una especie de laboratorio―. Sé que no puedes comer humanos, al menos no aún, pero ¿Qué tal si lo que te pido es matar a un demonio?

―¿Un demonio?― Preguntó Kamado confundido.

―Sí, es una demonio que está fuera de mi control. La he buscado por años, pero siempre le pierdo el rastro. Se llama Tamayo―Le dió un documento a Tanjiro― Ahí está lo que sabemos de ella. Fue vista por última vez en Yokohama, encuentrala y si puedes tráela viva. 

Una puerta se abrió dejando a la vista la entrada de un callejón.

―No me decepciones y no tendremos problemas―. Aclaró Muzan mientras le daba una bolsa de monedas a Tanjiro.

El asintió y cruzó la puerta.

―Oh, una cosa más― Lo detuvo y le sonrió― Tu nombre ahora será Taiyō.

Tanjiro solo asintió y la puerta se cerró. No le terminaba de gustar ese nombre, pero no tenía otra elección.

. . .

Lo primero que hizo fue buscar un hotel para leer la información que le había dado Muzan. No era mucha, pero de algo servía. Hablaba sobre sus poderes demoniacos y contaba que tenia un asistente que la ayudaba con sus escapes, de este se desconocían sus poderes.

Tanjiro al ver la hora salió a investigar por la ciudad. A pesar de ser muy tarde aún había mucha gente en todas partes, en especial por la zona donde habían visto al demonio por última vez.

Le fue fácil preguntar a las personas sobre ella pues su apariencia no cambió mucho a como era de humano, así que la gente solo lo miraba un poco de lo normal y lo dejaban pasar.

Sus investigaciones lo llevaron a un hospital abandonado.

Se adentro en este y después de buscar en varias habitaciones escuchó unos ruidos.

Al acercarse al lugar de donde provenía el ruido solo encontró un gato con una mochila. Lo iba a dejar pasar, pero notó que era... ¿Un demonio? ¿Acaso eso era posible? 

Logró agarrar el gato y quitarle la mochila, pero este le arañó la manos y salió corriendo.

Tanjiro emprendió el maratón de su vida persiguiendo a ese gato pues aunque era muy pequeño, al estar en un espacio reducido era más difícil para Tanjiro desplazarse.

Luego de un rato de persecución el gato desapareció en la pared de un callejón sin salida.

Cuando el demonio vio esto se quedó extrañado ¿Acaso era una especie de portal o solo era el poder del gato?

Después de pensarlo un poco decidió probar con una bolsa de basura que estaba ahí. La tiró y está atravesó la pared. No era el poder del gato, era de otro demonio.

Atravesó la pared y apareció en una especie de casa medicinal. Investigo un poco y detecto el aroma de unos demonios ¿Podían ser de los demonios que busca?

Entro a la casa con extremo sigilo, buscaba por todas las habitaciones, pero no encontraba nada, solo habían medicamentos o instrumentos medicinales.

No le quedaba otra opción. Tenía que hacerlos salir y para eso debía incendiar la casa.

Lanzó la primera llama al suelo y la agrandó. Al instante alguien le agarró del hombro y lo atacó. Tanjiro no perdió el tiempo y comenzó la pelea. Era contra un demonio de pelo menta con mechas negras, era como el de la descripción.

―¡Deja de atacarme Tanjiro! 

―¡¿Cómo sabes mi nombre?!―Le dio un golpe que mandó al otro demonio volando.

―Agh... es porque, yo te conozco ¿No me recuerdas?― Se reincorporó―. Ese estúpido demonio te borró la memoria, ¿verdad?

―¡No hables así del amo Muzan!

Tanjiro le iba a dar otro golpe, pero al instante se paralizó. Algo no le permitía moverse.

De repente comenzó a vomitar. Algo andaba mal.

―No quería llegar a estos extremos, pero parece que en verdad no recuerdas nada― Dijo una voz detrás de él―. Lamento encontrarte en este estado Tanjiro Kamado.

Lo habían envenenado, pero ¿Cómo? ¿No se suponía que los demonios eran invencibles? 

Tanjiro se acostó de lado para ver la cara de la persona que le hablaba.

―¿Tú... er- eres Tamayo?

―Sí, y te voy a ayudar a recuperar tus recuerdos.

Tanjiro comenzó a perder el conocimiento y lo último que recuerda fue a la tal Tamayo decirle:

―Pronto verás a tu hermana, solo es cuestión de tiempo.

. . .


Creo que quedó bien.

Si les gustó, pueden apoyarme con su voto para seguir con la historia :)

Perdonen la demora. Llegue tarde, pero llegue.

Nota: Taiyō es como se pronuncia "Sol"  en japonés (al menos según google traductor), asi que pueden pronunciarlo tal cual como se lee. Por cierto, me lo inventé porque era el nombre más decente que encontre. No es canon.

¡Nos vemos el próximo domingo! ¡Suerte!

(Si pueden comentar se los agradezco, eso me motiva a escribir más rápido <3)

Palabras: 810

31/03/2024

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Dulces sueños - (Tanjiro Demonio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora