Líderes en prueba

Paseo de media tarde

Su larga existencia como prototipo de la Fábrica le permitió una vida repleta de experiencias, tan únicas e incomparables contra las ordinarias vidas de los muñecos del Instituto. Entre sus vastas memorias, Lou intenta recordar si antes de ese día, había experimentado algo igual de degradante, insultante, repulsivo-

−Adorables, ¿Verdad? −El reflejo sonriente de Ox se asoma sobre el vidrio −Casi dan pena tener que comerlos, pero adelante ¡Elige el que más te guste!

Lou solo pudo estremecerse, y se apartó del exhibidor. Su vista cayó en el resto del local repleto de vitrinas con bocadillos de tantas variedades, colores y formas que abrumaban el ambiente con dulzones aromas.

Era la tercera cafetería a la que Ox lo traía, y Lou no paraba de sorprenderse de la cantidad de muñecos que encontraba deleitándose con los "postres". Bonitos o feos... No importaba, todos se dejaban llevar por las cutres decoraciones y los empalagosos olores- ¿¡Acaso no se daban cuenta de lo mal que estaba esto?

−Esto es absurdo... ¿Cómo permitiste que fueran tan lejos?

Ox desvió la mirada del menú− ¿Uh? ¿De qué hablas...?

−De esto- ¡No es normal! −Exclama exasperado ganándose algunas miradas. Se muerde la lengua bajando el tono −Se supone que los muñecos solo PRETENDEMOS comer, p-pero tú... ¡Contagiaste a todos con esta absurda idea de alimentarse y mira todo lo que hicieron!

El conejo lo miro incrédulo antes de soltar una carcajada. Se encogió indignado ¿Se estaba burlando de él-?

−No- no, Lou. En primer lugar, yo no lo inicie... Los habitantes en Villa Fea eran curiosos y libres de explorar con cualquier cosa que se les antojara y fue fantástico porque ¡Mira esto! −Se gira al mostrador tomando una de las muestras en las canastas sobre el exhibidor − ¿Cuándo viste que tus muñecos en Perfección crearan algo tan único?

Lou bajo la mirada a la muestra: Un simple bollo. Su cutre atractivo siendo que tenía unas redondeadas orejas y un glaseado que les dibujaba un rostro "semi adorable". No tiene que buscar tanto en sus recuerdos para confirmar que sí, los muñecos en Perfección jamás fueron tan originales, ¡Pero no se lo admitiría!

En cambio, respondió− ¿Y qué inútil propósito tiene esta aberrocidad?

Ox jadea ofendido, protegiendo el bollo como si este lo escuchará−¡No lo insultes así! ¡Son especiales y ya! ¡Oh-! ¿Qué te parece este?

Saca otro bollo de la canasta, y casi se ahoga de ver el bollo con alargadas orejas y el combinado ojo faltante. Sin duda, se habían basado en la forma del alcalde, pero abusando de brillos y un exagerado sonrojo en una empalagosa expresión de ternura-

El conejo real salta gustoso−Te gustó, ¿verdad? ¡Lo vi en tu mirada, te gustó! Te entiendo, es más apuesto... ¡Lo agregaré a la orden-!

−Qué- ¡No! −Intenta borrar la expresión en su cara, y volver a su usual molestia. Le arrebata el bollo con fuerza −¡Basta de tus burlas! Esto no cambia nada- ¡Comer no nos aporta en nada! ¡No es importante en nuestro estilo de vida! ¡Fácilmente podrías eliminar todas estas golosinas y nada en el mundo cambiaria!

Grito aquello ultimo con más fuerza de la que pretendía porque la cajera y otros asistentes se voltean a verlos extrañados. Ox río apenado:

−Perdónenlo, no sale muy seguido ¡Amamos tus postres, Camy! −Exclamo antes de girarse hacia él, y quitarle el bollo todo magullado de las manos−Bueno, ahora de verdad habrá que comprarlo. No podemos devolverlo así...

Bufa irritado, sacudiendo las migas de su mano−Solo apresura a tus pueblerinos con tu orden. Te espero afuera, ya no soporto estar aquí... El aroma me marea.