Gravedad

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El punto fuerte de un líder es su gran capacidad de comunicación ante los conflictos. Un buen líder debe saber disolverlos antes que empezarlo para asegurar la paz entre su gente y crear mejores relaciones entre otros. Ox se enorgullecía al identificarse de esa manera...

Hasta ese día.

− ¿¡Con qué clase de negligencia dirige este instituto!? − grita la muñeca albina, que fue una catálisis para una oleada de quejas e insultos. – Estuvimos varados en la nada como por veinte minutos porque nos comentaron que "estaba ocupado", pero ¿Ni siquiera sabía que llegamos?

− Esto inaudito ¡Yo no pienso quedarme en un sitio con tan poca clase y falta de modales!

− ¿De verdad ese conejito es el líder del lugar? No luce como uno...

− Okey... Cálmense todos− Trato de decir Ox con un tono que apaciguara las molestias de los nuevos ejemplares− Esto es claramente un malentendido por un cruce de actividades. Aún podemos-

− ¡Eso no es excusa! − La albina dio un paso enfrente invadiendo su espacio de forma amenazante− Un líder debe ser la imagen de perfección y responsabilidad...

–¡Sí! − aseguro otro muñeco invadiéndolo de igual forma− ¡No un peluche feo, obeso y tuerto!

Los muñecos presentes de Imperfección volvieron a ahogar un grito, en lo que dirigían su atención hacia su líder en espera de una contestación. Ox por breves instantes olvidó su raciocinio, y pensó seriamente en infligir daño al muñeco sin importarle si se trataba de uno nuevo cuando alguien en la multitud sale en su defensa.

Mandy se interpuso entre Ox y los nuevos sin vacilaciones junto con UglyDog, quien tampoco dudo en saltar al frente y empezar a gruñir a los muñecos que estaban atacando a su amigo. Los recién llegados vieron este nuevo cuadrúpedo azul de un ojo y afilados colmillos, lo que generó que soltaran gritos repentinos y retrocedieran asustados. Para UglyDog eso hubiera sido gracioso hasta que los robots escoltas destellaron con una luz roja y se pusieron a la defensiva rodeándolo como si fuera una amenaza. Todo el ambiente de pronto se estaba poniendo más tenso y agresivo.

Ox vio está reacción, y corrió hasta su amigo:

− ¡Muy bien, muy bien, todo el mundo en calma! − exclamo extendiendo sus brazos frente a los autómatas, que seguían en guardia por los gruñidos del can seguía generando: − Uglydog, esconde ya los colmillos...

Su amigo respondió con mala cara− Viejo, estos muñecos vinieron acá a insultarte y arruinar nuestra fiesta. No tienen derecho de tratarte así...

Mandy asintió y con voz firme, se dirigió a los nuevos: − Eso es cierto, entendemos que nuestro líder aquí cometió un error, pero eso no les da el derecho de sobresaltarse y faltarle el respeto.

Por breves segundos, se generó un silencio en el que los muñecos comenzaban a murmurar e intercambiar miradas. Más segundos después, todo se volvió claro para los muñecos de Imperfección que comenzaron a alzar sus voces en defensa de su líder:

− ¡Es cierto, respeten a nuestro alcalde!

− ¡No aceptamos forasteros groseros-!

− ¡Aunque sean muy lindos!

En conjunto, el resto de los muñecos comenzaron a abuchear a los recién llegados, quienes quedaron callados ante la reacción de la multitud ofendida.

Eira vio esta reacción con suma curiosidad, inmutable a las palabras dirigidas a su grupo y analizó su situación: No serviría de nada ponerse a contradecir al líder, viendo lo devoto que es su pueblo hacia aquel peluche. No le queda más opción que cambiar de estrategia y optar por la supresión de su disgusto para tomar una actitud más complaciente. Estaba por ponerse en acción, cuando alguien más se le adelanta.

Líderes en pruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora