Revisando Opciones

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El cielo comenzaba a tornarse oscuro cuando Ox finalmente retornaba a su casa. Había terminado de desalojar las pertenencias de Lou, y empaquetarlas en cajas para movilizarlas a un lugar seguro. Estaba sorprendido como solo había dos cajas de ropa y otras ocho dedicadas a retratos, fotografías, y estatuas del mismo Lou.

No había nadie en el Instituto que adorara tanto a Lou como él mismo. El pensamiento lo hizo reír, al tiempo que le genero un dolor en las cienes. Realmente estaba agotado y solo esperaba llegar a su casa y dormir...

En eso siente que algo alrededor de su cabeza se afloja. Ox nota que se trataba de la venda que Mandy le puso por el golpe que se dio en la feria. La dejo sola en la feria por toda la tarde...

Decidió ir a visitarla antes de dormir, y en tanto disfrutar de una agradable caminata para relajar las tensiones que había tenido todo el día. Hasta que se vio interrumpido al encontrarse con la morena saliendo disparada de su casa y deteniéndose al encontrarlo a solo unos metros de distancia. Ox frunce el ceño, viendo a Uglydog corriendo detrás de ella con la misma angustia y siendo tomado en brazos por el robot de la mañana. Sus miradas expresando todo, menos buenas noticias. Solo soltó un suspiro.

* * *

Los muñecos no necesitaban comer, fue una sorpresa enterarse de que los bonitos solo pretendían hacerlo durante los juegos de fiestas de té. Pero Ox siempre fue curioso con los sabores, y en Villa Fea nunca negó a nadie que buscará complacer sus papilas gustativas. Lo cual fue genial porque terminaron con muñecos como Wage, que creaba delicias digeribles para los muñecos de su especie. Él solo había adquirido un gusto especial por el té, que siempre le ayudaba a calmar sus nervios en un día pesado. Gusto que termino siendo transferido a sus amigos, porque cuando los tres estaban de vuelta en la sala de Mandy, estaban cada uno con su taza. Esta vez, Mandy sirviendo galletas de estambre, que Ox sabía que era su propio alimento para los nervios. Sirvió todo el jarrón en la mesa, entonces sabía que la situación era mala...

Cuando termino de ponerlo al día con la situación, el té se acabó y quedaba menos de la mitad del jarrón de galletas.

El conejo trataba de mantener la compostura, aunque las noticias le resultaran alarmantes. Con más información que recibía, su mente iba conectándolo con los eventos que habían transcurrido en el día...

− Hoy día estuve con ellos, y pude identificar realmente que... No eran como otros muñecos. Pensé que podía ser... Solo una mejora que tuvieran ropas distintas del uniforme, pero no es solo eso. Son más exigentes.... Y pedantes. Uno mismo recuerdo que se autonombro "Línea de Élite". Como si supieran que son mejores... Y ahora sabemos que lo son.

Mandy asiente − De ellos depende de qué no cierren la fábrica, Ox. Debemos tener un plan − pronuncia con firmeza − Y no se me ocurre nada que nos garantice aprobar. No creo que solo baste con que los hagamos pasar el portal, y probar suerte-

–No podemos tratarlos como muñecos normales. Con todos los riesgos que hay de por medio... − Completo Ox, recargándose exhausto sobre el sofá.

Deseaba que su día hubiera acabado hasta la pelea de zambullidas en la feria... ¿Por qué todo tenía que golpearle justo ahora? Oh, sí... Porque pasó semanas ignorando las responsabilidades de la fábrica. En cierta forma, se lo merecía...

Vio de reojo al robot-asistente de la mañana, sentado inocentemente en el sillón junto a ellos, tocando curioso el cojín de los brazos. Se veía tan tranquilo en este momento, contrario a lo intenso que estaba durante la mañana... Aquello le hizo levantar el ceño, pero lo ignoro cuando Uglydog apareció, empujando una gran pizarra blanca consigo.

Líderes en pruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora