capitulo 5

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Jacob.

Iba de camino a la casa de Elizabeth, ya estaba oscuro, ella caminaba a mi lado, se veía tan preciosa, la luz de la luna daba directamente en su cara.

Era como si ella fuese el faro que alumbra entre tanta oscuridad.

Es tan frágil e ingenua, que me da miedo corromperla y convertirla en alguien como yo.

Aunque muy en el fondo lo es, y tres veces peor, pero no está lista para manejarlo.

No quiero que esté lista.

No puedo creer como no recuerda todo lo que vivimos en la infancia, el asqueroso de mi padre le borro todo tipo de recuerdo que tenía conmigo.

Es increíble como ella es la única persona que me puede hacer sentir vulnerable.

Es la única que me ha hecho sentir emociones positivas.

La única a la que he amado, y la única que amaré.

Por siempre y para siempre, Elizabeth será el amor de mi vida.

Y no puedo hacer nada para cambiarlo.

No quiero hacer nada para cambiarlo.

– ¿En que piensas Jacob?- Susurro de pronto con su voz tan dulce y diminuta, que erizo hasta el último cabello de mi existencia.

– En nada linda, solo.... Cosas mías- Ise un ademán restándole importancia, pero ella todavía tenía la intriga en sus ojos, como siempre.

– Se que piensas en algo, por favor cuentame, te haz pasado todo el camino en silencio, eso me aburre- lloriqueo como niña pequeña, es tan tierna.

– A veces ser tan curiosa trae problemas, linda- sonreí de lado.

– No me pasará nada si estoy contigo, eso dijo mi hermano, ¿No?.

¿Se siente segura a mi lado?.

Esto no debería emocionarme como lo hace.

– Tienes razón, siempre estaras a salvo a mi lado, jamás te lastimaría ni dejaría que te lastimen.

Por fin estaba en frente de la casa de Elizabeth, y ya me tocaba despedirme.

No quiero, pero ya tengo que despedirme.

– ¿Te quieres quedar a dormir?.

Me dió un vuelco al corazón.

Siempre eh tenido la esperanza de que todo lo que hemos vivido lo tenga guardado en un lugar seguro en su memoria.

– ¿Quieres que me quede?.

– Por mi no hay ningún problema.

No pude evitarlo, acepté.

No había nadie en su casa, así que podía caminar con libertad  por todos lados.

– Te prepararé algo de comer, no haz comido nada desde la tarde.

– No hace falta, come tú.

– ¿Que te sucede Jacob?, no te conozco bien pero siento que lo hago desde hace mucho tiempo, y se que no estás bien, puedes confiar en mí.

Se acercó a mi poniendo una de sus pequeñas manos en mi hombro.

Me afecta demaciado el contacto con ella así que le aparte la mano suavemente.

Tengo que ser fuerte.

– No pasa nada linda, solo estoy cansado.

– Bueno, mis padres están de viaje y mis hermanos dormirán con sus parejas así que vamos a estar solos toda la noche, ¿Prefieres dormir o....

Perfecta Oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora