OPPOSITES © - (Clarisse La Rue)

𝟮. 𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚𝙣𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤

Amanecí como si hubiera sido de un coma, después de los millones eventos de ayer me alegraba que fuera otro día, y deseaba que ojalá fuera uno más tranquilo.
Me levante media perpleja y arrastre los pies para empezar a prepararme, sabia que hoy iba a ser un día largo porque anteriormente me contaron que había que "entrenar" Cosa que no va conmigo.

Fui al comedor, tenía pequeñas y moradas bolsas debajo de los ojos por dormir supongo que menos de 5 horas. Me senté en la mesa de Hermes, pero preocuré que no sea la de Ares debido al incidente de ayer. No tenía mucho apetito pero me obligue a comer, mientras analizaba el lugar y me trataba de convencer a mi misma que este era mi hogar, a donde se supone que pertenecía.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando se me acerco Luke y tomó un asiento al lado mío. No sabia mucho de él, solo sabía que era hijo de Hermes, era el mejor con la espada y que era unos años más grande que yo, el tenía 16, al igual que Clarisse y un muchos campistas más y yo 14, al igual que Annabeth y Percy.

-Parece que no dormiste nada. -Me recalcó el pelinegro, aguantando la risa por ver mi expresión de trasnochada.

-Acertaste. -Le dije, ni trate de ocultar mi molestia en mi voz, puse los ojos en blanco y seguí comiendo, aunque sentía como el estómago me daba vueltas.

-Mañana es día de jugar captura la bandera, ¿Te conté?

-No, no me dijiste, ¿Cuál es el fin de jugar captura a la bandera con un montón de mestizos?

-Diversión. No creo que te guste pero a la mayoría le entretiene, deberías darle una oportunidad.

-De todas formas estoy obligada a jugar, ¿Verdad?

-En efecto, si.

Fui al lugar donde había que entrenar, estaba lleno de mestizos de aquí para allá haciendo distintas actividades, incluso noté como Percy y Annabeth intercambiaban miradas, no era de mi incumbencia pero, para mi algo iba a suceder entre ellos.

Me volví a concentrar en que se suponía que tenía que practicar espada, una vagancia total había inundado mi cuerpo. Tomé una espada que sentía que pesaba como la mitad que yo y la examiné. No tenía mucho detalle, pero el metal plateado brillaba a la luz del sol y el puño era rígido y grueso, mientras que la punta era afilada y punzante.

Se me desvío la mirada (Como siempre) A Clarisse, que parecia concentrada en su propio entrenamiento con espada. Desde el "ataque" de ayer no la veía y estaba vez sentí un poco de angustia, me daba vueltas la cabeza y el estómago por el desayuno y verla no lo mejoro en absoluto.

Me traté de concentrar en mi propio entrenamiento, pero lo que hacian los otros parecía más interesante.

Mire alrededor, por un momento se me ocurrió hacerme la idea de simplemente salir corriendo y no atender el entrenamiento, pero antes de que pudiera desarrollar más mi "plan", alguien me dio un toquecito bastante bruto en el hombro, por lo que ya me imagine quien había sido.