OPPOSITES © - (Clarisse La Rue)

𝟰. 𝙋𝙧𝙞𝙫𝙞𝙡𝙚𝙜𝙞𝙤𝙨

Me desperté como si me hubieran dado un palazo la noche anterior, ya pronto se cumplía una semana de mi estadía en el campamento. Me preparé con desánimo y salí de la cabaña.

Luke me habia informado que como Percy fue reclamado, el decidió ir a una búsqueda por su madre y todo eso. El iba a tener que elegir dos acompañantes, pero la verdad eso no me atrajo lo suficiente y como al menos había intercambiado menos de 5 palabras con él, lo pasé por alto.

Y, por rumores del campamento que se asemejaban a rumores de la secundaria, decían que Clarisse no podría tener derecho a postre por varios días tras el incidente del baño, y obviamente, la víctima fue Percy. No estaba muy segura de que había ocurrido pero Dioniso tomó esa decisión, una que yo sabia que iba a enfurecerla.

Tome asiento en el comedor, tenía unas ganas inmensas de seguir durmiendo, pero que más da, como si esas no fueran todas mis mañanas. Solo comí una manzana para saciar mi apetito pero si hubiera sabido el sabor de aquella hubiera preferido morirme de hambre.

Alcé la vista al escuchar varios aplausos y celebraciones, enfoque la vista y vi a Oliver, al fin, supuse que el también había ido a una búsqueda, probablemente por Pan, de eso me había hablado en el viaje para ir al campamento.

Me levante de la mesa tan rápido como mis piernas me permitían y fui corriendo a buscarlo, el me vió y un poco más y me abalanzó hacia el pero, me abrazó con rigidez. Esto de atravesar por un campamento de mestizos y todas esas situaciones (El beso), hubieran sido más fáciles si tenía a quien decirle. Estaba feliz de verlo al fin, y más con vida.

—¡Al fin volves estúpido! —Lo reté aún abrazándolo, lo había extrañado aunque no se lo diría ni en 1000 años.

—¡Yo también te extrañe! —Dijo sarcástico.

Ambos nos alejamos con una sonrisa.

—Tengo millones de cosas que contarte —Le dije.

—No me hagas esperar entonces, yo también tengo chisme.

Ambos fuimos caminando a mi cabaña, y en el camino le vomite todo y viceversa.

—¿Y? ¿Paso algo interesante? —Interrogó Oliver, curioso. Me aclaré la garganta mientras ambos caminábamos al lado.

—Me bese con Clarisse.

Los ojos de Oliver se pusieron notablemente más grandes como si le hubiera dicho la receta de la Coca Cola.

—Clarisse... ¿La Rue? —Tartamudeó.

—Esa misma... Antes de que digas algo; Me arrepiento, ¿Ok? Fue una cosa del momento.

—Clarisse la Rue fue tu primer beso.

—Cerra el culo.

—¡Besaste a Clarisse la Rue! —Exclamó lo suficiente como para que yo le de una golpiza en el hombro, no quería llamar la atención y que se esparza el suceso.

—Como sea, callate, cambiemos de tema; ¿Cómo te fue?

—Ehh, bien, supongo. No fue muy interesante. —Expresó el pelinegro y sentí que ocultaba algo.

—Ya dime. —Protesté mientras seguíamos caminando.

—Es que bueno, había un mortal.. —Confesó Oliver, se me abrieron los ojos como platos y incluso lo miré.

—No me mires así.

—¿UN MORTAL? —Repeti casi gritando, lo cual me llevó un golpecito en el hombro. Ahora entendía su reacción cuando le conté del beso.