Gato solitario (Catnap x Dogday)

Catnap, Catnap, Sleeping Through The Night

Hoy fue un día muy pesado en la guardería, nada especial había ocurrido, pero de alguna manera el calor del verano había puesto por el suelo el ánimo de todos, ya era de tarde, los empleados normales de la fábrica se fueron lo ante posible a sus hogares, los científicos por esta vez no trabajarían, en sus oficinas gozaban de un ventilador y si podían, de algo que tomar.

Pero las criaturas, para ellos era otro cuento.

Dogday se encargaba de llevar a los niños en orden a hogar dulce hogar, donde Catnap los esperaba para hacerlos dormir, o más bien eso creía el perro.

Cuando entraron a los dormitorios bajo tierra, se sorprendió al ver al gato dormido sobre una de las camas.

Los niños al ver aquello fueron hasta donde el minino y lo empezaron a acariciar entre risas, con el paso de los años Dogday descubrio qué los niños adoraban al gato y el gato a los niños, solo que aquello era un pequeño secreto entre ellos.

Dogday: Okay niños, a sus camas, ya casi es-

Dogday fue interrumpido por un sonido.

Prrrrrrrrrrrrrr~

Catnap ronroneaba con fuerza ante las caricias de los más pequeños.

Dogday no pudo evitar soltar algunas cuantas risas ante esto, le parecía increíblemente tierno.

Niña: (con un libro en manos se acerca a Dogday, tímidamente lo levanta hacia el más grandes) D-Dogday, podría leernos un c-cuento para dormir?

Dogday miro con una sonrisa a la niña, la conocía, apenas tenía 9 años y aun se le dificultaba el hablar bien.

Dogday: Pequeña Emiliy, mira nada más, cada día vas mejorando he? (felicito el perro, feliz de ver como la niña sonreía emocionada por esto) Hagamos esto, si les leo este cuento tendrás que prometerme el seguir mejorando si??

El perro sabía perfectamente como alentar a los niños.

Emiliy: P-por supuesto Dogday! L-lo P-prometo!

Dogday alzó a la pequeña en sus brazos y se sentó en una cama a un lado de Catnap, logrando así llamar la atención de todos los otros niños.

Dogday: Bien niños, a sus camas! Hoy les leeré un cuento para dormir

Los niños emocionados por esta oportunidad única salieron corriendo a sus camas y uno por uno se cambiaron de ropa, lavaron sus dientes y entraron a sus suaves y cálidas camas, listos y emocionados por escuchar al perro.

Dogday: Wow, eso si fue rápido, parece que tendré que leerles más seguido no? (bromeando, ríe ligeramente al escuchar a los niños dar una positiva a sus palabras, solo para luego solicitar silencio con uno de sus dedo frente a sus labios) Shhh~ sin tanto ruido, el "gatito" duerme.

Los niños obedecieron, tampoco querían despertar a Catnap, no teniendo la oportunidad de escuchar un cuento antes de ir a dormir.

Dogday: Así me gusta (se acomoda en la cama con Emiliy en brazo, toma el libro de esta y lo abre con cuidado) Bien, ahora, empecemos con "El gato con botas" (Dogday aguanto una ligera risa al imaginar a Catnap con unas grandes botas)
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Al término de aquella narración, Dogday se dedico a tapar a cada niño de forma correcta y de acomodarlos, apagando cada lampara qué el encontraba prendida hasta llegar de regreso en donde comenzó, se sentó a un lado de Catnap quien en ningún momento había mostrado señales de despertar, por un momento simplemente lo miro, su respiración era tranquila, su expresión de alguna manera se veía feliz, se preguntaba, que estaba soñando?

Emiliy: Catnap estaba muy c-cansado...

Dogday se sobre salto al escuchar a la niña hablar.

Dogday: (mira a la pequeña) Creí que estabas dormida, ya es muy tarde... (ladea su cabeza confundido)

La niña se sentó en su cama mientras frotaba uno de sus ojos.

Emiliy: L-lo se, p-pero N-no podía sin a-antes decirte... Catnap no a d-dormido estos 4 días D-Dogday.

Dogday se alarmó al escuchar aquello y miro a su amigo, como que no había dormido desde hace 4 días? Y por que no le había dicho nada?

Emiliy: C-catnap dijo que estaba T-trabajando en algo m-muy grande (un bozteso escapa de su boca por el cansancio y se vuelve a acostar)

Dogday: (se levanta y tapa nuevamente a la niña) gracias por decirme, ahora, a dormir si? Mañana será un día fantástico.

La niña sonrió alegre de escuchar aquello para luego caer totalmente rendida por el sueño.

Dogday se dirigió nuevamente con Catnap, se sento a su lado y con total confianza acarició la espalda del gato, debería de preocuparse? Algo dentro de él decía que si, sobre todo por la salud de su amigo, otra parte le decía que tal vez su amigo había tenido que ayudar de más a los científicos estos últimos días.

Entre pensar y pensar, su mente quedo en blanco al escuchar un susurro departe del felino, este hablaba dormido al parecer.

Catnap: vainilla... Dogday~... (él gato sonrió entre sueños al sentir en sus fosas nazales aquel dulce aroma tan característico del perro, esto lo llevo a acomodarse un poco más en la cama)

Dogday sintio sus mejillas arder ligeramente, mirando a su amigo, se perdió por un momento mirando a sus labios, tal vez y solo tal vez, por esta vez se podría permitir ser algo egoísta y no ir a dormir a su casa a propósito.

El perro se acostó a un lado del minino, tomándolo de la cintura lo apego a él, se sentía algo perdido, sus acciones eran algo torpes pero no las detuvo, con suavidad tomó al gato del mentón y se acerco a él.

Mirando sus labios, por alguna razón sentía una necesidad abrumadora de causar una colisión con los labios agenos y los suyos.

Desde hace aproximadamente 1 año, tal vez más si se cuentan los meses, Dogday descubrio lo que significaba estar enamorado, sabía que aquel felino había despertado algo en él más allá de una simple amistad.

Sus alientos se juntaron, estaba tan cerca de sus labios, pero no lo hizo, desvío sus labios hasta la mejilla de Catnap y besarla, no, no quiere que su primer beso sea robado de aquella manera.

Esa noche, Dogday casi no durmió de tanto pensar en lo que estuvo por hacer, mientras abrazaba al felino, este se oculto en sus brazos y se acurrucó en su pecho, Catnap durmió tan cómodo aquella noche, tan seguro, qué ni una sola pesadilla se hizo presente, sus sueños duraron toda la noche sin interrupción alguna, solo dulces sueños junto a su querido.

Al final de uno de los pasillos, una televisión empezaba a hacer una estatica algo extraña.