Capítulo 4. 🧡

233 32 101
                                    

Victoria

La noche del compromiso había llegado y he de aceptar que estaba nerviosa por lo que pudiera suceder esa noche. Mi madre me llevó de compras un día antes para que eligiera el vestido que iba a usar y unos tacones también, aunque no era muy fan de ellos, prefería los que eran bajos, ya que me cansaba y los odiaba. Estaba más acostumbrada a los zapatos bajos cómo las balerinas para ballet que siempre usaba.

—Te ves tan bonita —mi nana me ayudó a peinarme y ponerme el vestido.

—Gracias, nana —apretó mis delgados hombros y la miré a través del espejo —. Espero que todo salga bien.

—Va a salir bien, no tiene por qué salir mal. Te vas a casar con un buen hombre, responsable, educado y muy inteligente —asentí.

Esa tarde que regresé a casa le platiqué a mi nana todo lo que había sucedido con Kail y su pequeña y adorable hija. Mi nana dijo que era una buena señal que Nessa estuviera con Kail y no con su madre. Quería decir que ella lo prefería a él y que era un gran hombre. Todo lo que me dijo y lo que había visto me ayudó a tomar la decisión de decirle que sí. Por eso lo hice, pero no quería decir que no estuviera nerviosa por lo que se venía.

Ahora tenía que organizar una boda, comprar el vestido y mil cosas más. Quería salir de esta casa lo antes posible y alejarme de mis padres para siempre. Quería romper los lazos que me unían a esa familia y en la que lamentablemente tuve que nacer. Dicen que el árbol familiar también se poda y es lo que necesitaba hacer cuanto antes.

—Ya llegaron —mi madre entró a mi habitación —. Apúrate —salió dejando la puerta abierta.

—Déjala —miré a mi nana y puse la mano sobre la suya.

—Eres la única que me entiende —me levanté de la silla y quedamos frente a frente —. Quiero que te vayas a vivir conmigo —le dije —. No quiero que me dejes sola cuando más te voy a necesitar —apreté sus manos.

—¿Quieres que viva contigo? —asentí —. ¿Y Kail va a querer?

—Tendremos que preguntárselo, pero no creo que diga que no —sonrió.

Yo también tenía la esperanza de que aceptara y que mi nana se fuera a vivir con nosotros. No me imaginaba empezar una nueva vida sin mi nana a mi lado. Estuvo ahí desde que nací y no tenerla conmigo no se me hacía para nada justo.

Tal vez si hablaba con Kail iba a dejar que mi nana se fuera con nosotros.

—Esta noche hablo con él —mi nana asintió.

—Vamos antes de que te regañe tu madre —salimos de la habitación y bajamos las escaleras. Ella fue a la cocina y yo me dirigí a sala donde ya se encontraban junto a sus padres y su horrible hermana.

Niamh no disimuló el desagrado que le provocaba y me miró con odio. Arrastró su mirada desde mis pies hasta el último cabello de mi cabeza. Yo tampoco pude disimular que le temía y que prefería tenerla lejos antes de acercarme por todos los traumas que me ocasionó en el instituto. Ella y su grupo de amigas hicieron mi vida un infierno, ellas se encargaron de que odiara cada año que pasé en ese lugar y más de una vez me quise quitar la vida para no tener que regresar.

—Buenas noches —los saludé a todos. Al final se encontraba Kail y para disimular nos dimos un casto beso cerca de la boca.

Ya había besado a un chico antes que a él, pero con Kail se sentía diferente como si con él lo estuviera haciendo por primera vez. Obviamente, nunca había tenido relaciones porque si mis padres lo hubieran sabido me encierran en un convento para que no saliera jamás. Al menos yo sí tuve la oportunidad de conocer personas y llegué a tener un par de novios, no cómo Valerie que a ella sí le prohibieron tener novio y casi no la dejaban salir si no era con su amiga Beth.

Intenciones Oscuras (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora