Capítulo 5. 🖤

231 29 23
                                    

Victoria

El día de la prueba del vestido había llegado y para ser sincera me encontraba nerviosa. Una parte de mí quería que todo estuviera bien y que las cosas salieran perfectas, quería una boda de ensueño con flores por todos lados, música y muchas luces. Ese era mi sueño desde que conocí a Kail y después me enamoré de él. Soñaba con una hermosa boda, con un elegante y bonito vestido, con él a mi lado siendo mi esposo para toda la vida y, aunque eso iba a suceder pronto no estaba siendo el cuento de hadas que soñé. Me iba a casar con Kail, pero solo era por conveniencia. A mí me convenía ser su esposa y salirme de mi casa, pero ¿a él en qué le convenía convertirme en su esposa? Tendría que preguntárselo para saber. Saber que es lo que quería de mí.

—Mi niña —habló mi nana en cuanto entró a mi habitación —. ¿Ya te vas? —estaba terminando de maquillarme y arreglarme el cabello.

—Se me va a hacer tarde y sabes que no me gusta —le dije.

—¿Tu mamá va a ir contigo? —cogí mi bolso.

—No, no quiero que vaya —apreté los labios —. Pero... Ella va a querer ir —mi nana se acercó y cogió mis manos.

—Dile que no quieres que vaya —negué rápidamente —. Recuerda lo que te dijo Kail. Ellos harán lo que tú digas.

Y eso me preocupaba un poco porque no sabía cómo es que Kail logró "convencer" a mis padres para que no se metieran en nuestra relación y en los preparativos de la boda. Eran muy necios y siempre hacían lo que querían, lo hicieron todos estos años y no creía que ahora fuera diferente.

—Sí, pero...—mi nana negó —. Nana.

—Ya es hora de que les pongas un alto —dijo seria —. Es hora de que te defiendas y aprendas cuál es tu lugar en el mundo. Vales mucho, mi niña, vales más que todos ellos y no mereces los malos tratos de tus padres —apretó los labios, bajó la mirada unos segundos y después me miró —. Todos estos años he intentado ayudarte, lo sabes, pero...—antes de que dijera una palabra más la interrumpí.

—Lo sé, pero siempre te han amenazado con correrte de la casa si te metes —asintió con pesar —. Pero me has cuidado mucho y siempre te voy a estar agradecida por eso. Por esa razón quiero que te vayas conmigo, con o sin el permiso de mis padres —asintió.

—Yo también quiero irme contigo. No me quiero quedar en esta casa. Nada será igual si te vas.

—Kail dijo que puedes ir conmigo —le recordé —. Así que en cuanto nos casemos te vas conmigo —soltó mis manos y me abrazó.

Consideraba a mi nana cómo una madre porque fue más una que mi propia madre. Ella me cuidó, iba a los eventos escolares, me enseñó tantas cosas que tuvo que enseñarme mi madre, pero nunca quiso hacerlo. Mi nana era más mi madre que la verdadera.

—No nos vamos a separar —dijo.

—Nunca, nana —se apartó y me sonrió.

—Ve por tu vestido porque en unos días te casas con Kail —subía y bajaba las cejas —. Te vas a ver más hermosa de lo que ya eres —sentí una sensación de alegría y paz.

—Gracias, nana —nos soltamos y salimos de la habitación. Bajé la escalera con ella a mi lado.

—Rhona —me llamó mi madre. Mi intención era salir de la casa sin que me viera, pero era cómo un águila siempre al pendiente de todo.

—Dime —giré. Venía de la sala.

—¿Vas a ir por tu vestido? —asentí.

—Me quedé de ver con Beth y Valerie —al decir su nombre mi madre hizo ese gesto que siempre hacía cuando hablaba de ella.

Intenciones Oscuras (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora