♡゙ : ¹𝐈𝐍𝐒𝐎𝐌𝐍𝐈𝐀, lf [+18] 𓈒 💤 ¡! ✓

(🪐) ━━ O4 : a stranger at home

Se supone que Minju le estaba prestando atención a su última clase del día, sus ojos estaban fijos en el computador donde su profesora impartía clases de ética y moral, pero la realidad es que su cabeza rememoraba la noche anterior que compartió con Felix en su cama.

El sexo con él era más que perfecto, la hacía probar cosas nuevas y descubrirse a sí misma en el proceso, y si bien el mayor tiempo en la cama quien tenía el mando era él, siempre le daba la opción de escoger si quería hacerlo o no, pero la manera en que las cosas habían acabado anoche aún la hacía estremecer.

Minju podía sentirlo, estaba a punto de correrse, Felix daba en estocadas al ritmo correcto en su punto dulce mientras con una de sus manos libres frotaba su punto de nervios, la castaña se aferraba desesperadamente a las sábanas grises debajo de ella y gemía tan ruidosamente que tenía que cubrirse la boca con una de sus manos para intentar callarse un poco, cuando Felix lo notó la obligó a destaparse la boca.

—Dejame escucharte —Dijo besando la piel detrás de su oreja. —Me gusta que seas así de ruidosa y que gimas mi nombre cada que llego a lo más profundo de ti —Aún en la misma posición con Minju en cuatro, dejó caer su mano sobre la espalda desnuda y sudorosa de la chica para obligarla a inclinarse aún más hasta que su pecho estuviera complemente pegado al colchón junto a la mitad de su rostro. Gracias a la nueva posición Minju se sintió desfallecer cuando la polla del chico sobre ella llegó más profundo y sus piernas amenazaron con colapsar debido al nuevo nivel de placer. —Anda Minju, dí mi nombre, dí el nombre del hombre que te está llevando al cielo justo ahora.

Pero Minju no podía, sus sentidos estaban tan dormidos justo ahora. Hasta que la mano de Felix impactó con su trasero obligándola a dar un respingo, Felix también gimió fuerte.

—Me aprietas tan delicioso cuando te golpeo así ¿Te excita acaso? ¿Si te golpeo otra vez vas a correrte? —Otra nalgada y esta vez Minju no pudo ocultar el chillido junto al respingo. —Mierda, claro que sí, sigue apretando así Min.

Solo necesitó de otra nalgada para que Minju desatara su orgasmo y junto a ella también el de Felix quien no pudo aguantar más luego de que la paredes de Minju apretaran con fuerza su miembro.

Minju se deshizo en la cama y Felix lo hizo a su lado unos segundos después, como parecía ser costumbre, el pecoso la tomó entre sus brazos y escondió su cara en el cuello de la castaña. Mientras tanto los ojos de la chica comenzaron a cerrarse lentamente cayendo en un estado de sueño profundo, aunque aún no lo suficientemente para escuchar a Félix decir:

—Tú eres mía, tu cuerpo me pertenece.

Minju no puede asegurar si aquellas últimas palabras fueron reales o solo su subconsciente lo imaginó, pero aquellas palabras recorrían su cabeza cada que se dejaba caer en su cama donde habían pasado la noche anterior, las sábanas ya habían sido cambiadas unas cuantas horas antes, pero aún así la chica estaba segura de sentir el aroma varonil del pecoso en el colchón, o tal vez era ella misma luego de pasar tanto tiempo pegada a él.