Un día de nombre y seis lunas fue todo lo que Helaena necesitó para convertirse en hermana mayor, el séptimo día de la celebración de su primer día de nombre, en medio del brindis durante la cacería en el Bosque Real, sus padres anunciaron con gigantescas sonrisas en sus rostros que estaban en la dulce espera. La Princesa tenía tres meses de embarazo el día del anuncio, argumentando que habían decidido como pareja esperar a que el feto se desarrollará aún más para dar el anuncio, pues con el historial de la difunta Reina Aemma, el Maestre Gerardys aconsejó esperar a que el embarazo estuviera más avanzado para empezar a tener esperanzas de llevarlo a término.
Viserys, como el hombre emocional que era, gritó de felicidad con la noticia. Alargando aún más la celebración, ahora no solo para su honrar a su amada soñadora, sino al futuro Príncipe o Princesa que se gestaba en el vientre de su primogénita. Corlys y Rhaenys compartieron miradas cómplices antes de felicitar a la joven pareja, la mujer mayor también aprovechó para darle consejos a la Princesa, pues ella misma se había enfrentado a la cama de parto dos veces. Corlys ordenó lo más finos vinos para celebrar, prácticamente irradiando alegría en su normalmente inexpresivo rostro.
El Heredero al Trono de Pencios estaba en camino y el Señor de Las Maraes casi saltaba de lo contento que estaba. Helaena nunca cree haber visto al hombre tan feliz, pero un niño con sangre Velaryon—su sangre Velaryon—tenía enloquecido al hombre. El futuro gobernante de Los Mares no sería un mero Señor, sino también un Príncipe. Un Jinete de Dragones. Cuyo nombre viviría a través de la historia y la sangre en las futuras generaciones de la Familia Real. Podía ver al hombre inflar su pecho con orgullo mientras miraba a su hijo con una sonrisa satisfecha.
Una Princesa Velaryon y, dentro de poco, un Príncipe Velaryon que crecería para convertirse en el Amo y Señor de Los Mares, con un formidable dragón más al redil de la Casa Velaryon.
Helaena se estremeció al ver las enormes similitudes entre Otto Hightower y Corlys Velaryon, pero el Señor de Las Mareas al menos se preocupaba por fingir ser un buen abuelo. Eso no evitaría que Helaena desconfiara de él, Corlys podía ser tan ambicioso como Otto, pero era por mucho más peligroso. Una serpiente astuta, decían las malas lenguas de la Corte, pero Helaena no podía evitar comparar a Corlys con un camaleón, siempre adaptándose a su entorno; cambiando sus colores dependiendo de quien le ofreciera lo que quería. El hombre ignoró deliberadamente la sexualidad e incapacidad de su hijo para estar con una mujer en favor de poner a su sangre en el Trono de Hierro, pero una vez que se dió cuenta que no funcionó como quería, ignoró la bastardía de Jacaerys y Lucerys Velaryon en favor de tener un Rey con el apellido Velaryon casado con su nieta, Baela. Ignoró la bastardía en favor de que el Heredero al Trono de Pencios portara el apellido Velaryon para tener como Dama de Marea Alta a Rhaena Velaryon. E ignoró la bastardía porque la historia recuerda nombres, no sangre. Y esos niños, Velaryon o no, quedarían marcados a la posteridad en el Árbol Genealógico de la Casa Targaryen. Inmortalizados como Príncipes. Reyes. Pero sobretodo, Velaryons de sangre o no, serían Jinetes de Dragones al mando de la Casa Velaryon.
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𝓓𝓪𝔂𝓭𝓻𝓮𝓪𝓶 | Helaena Targaryen
Fanfiction𝓓𝓪𝔂𝓭𝓻𝓮𝓪𝓶 ⸻ ❝𝕻𝖗𝖔𝖕𝖍𝖊𝖙 𝖌𝖎𝖗𝖑, 𝖈𝖍𝖔𝖘𝖊𝖓 𝖇𝖞 𝖙𝖍𝖊 𝖘𝖚𝖓, 𝖉𝖔 𝖞𝖔 𝖍𝖊𝖆𝖗 𝖙𝖍𝖊 𝖌𝖔𝖉𝖘 𝖜𝖍𝖎𝖘𝖕𝖊𝖗𝖎𝖓𝖌 𝖙𝖍𝖔𝖘𝖊 𝖘𝖎𝖑𝖊𝖓𝖙 𝖘𝖙𝖆𝖗𝖉𝖚𝖘𝖙 𝖜𝖔𝖗𝖉𝖘? 𝕮𝖚𝖗𝖘𝖊𝖉 𝖉𝖆𝖚𝖌𝖍𝖙𝖊𝖗, 𝖚𝖙𝖙𝖊𝖗𝖎𝖓𝖌 𝖎𝖓𝖘𝖆�...