El Farsante.
—Gracias por ayudarme Zara.Agradezco tras un denso silencio en el que ella está perdida en sus pensamientos, solo voltea a verme una vez que oye mi voz con una mueca severa.
—Mira no sé cuál es el alcance de esta situación, pero dado lo que cuenta Zero es muy grave. —Se tensa antes de proseguir— Te voy a agradecer que no te aparezcas nunca más por aquí, ya cumplí con lo que querías y no quiero tener nada que ver con nada de esto.
Asiento con cierto pesar, no puedo culparla por mantener sus reservas, soy no solo un fenómeno sino que toda una organización corrupta me quiere muerta y con ello todo el país.
Si lo ves así, en realidad no importa si soy o no inocente, no soy humana y eso es suficiente para que otros me teman.
—Tranquila, tuve cuidado de que no me vieran venir acá no deberías tener problemas a futuro, —Me levanto del sofá regresando los lentes a mi cara, avanzo hasta la puerta para irme— lamento haberte incómodado y gracias, en serio no sabes cuánto me has ayudado.
Abro la puerta y al poner un pie afuera me detiene la voz de Zara.
—Suerte, —balbucea desconcertada mientras la volteo a ver— espero que logren liberarnos de esta pesadilla, aún si solo lo hacen por vengar a su hermana.
—No creo que sea solo por Anne, ya no.
Entonces ya estoy afuera de la oficina y tardo menos de un suspiro en salir del edificio con paso firme, no sé decir cómo me siento, agradezco saber todo lo que pasó y el unificar en un relato gran parte de todas las piezas que tengo pero, por alguna razón, no se siente como un triunfo en todo caso es como una confirmación de cuán rota estoy.
Y además de eso también está Mocka, Zero dice que no puedo confiar en la única persona que me ha tendido la mano y solo hasta ahora es que me doy cuenta, nunca me ha dicho algo sobre él.
No conozco ninguna anécdota sobre su vida, sus gustos en específico o de algún momento compartido entre nosotros además de los álbumes, solo estoy segura de que me conocía desde que estamos pequeños porque en el orfanato lo confirmaron y nunca ha querido hacerme daño, todas las decisiones que ha tomado han sido por mi seguridad.
Mocka se preocupa por mí.
Supongo que está en la naturaleza de Zero desconfiar de todo aquello que parezca inconcluso pero también ella dijo que a veces está inconsciente, ¿no podría haber hablado con Mocka mientras ella no estaba atenta?, lo único que debo hacer para evitar que actúe precipitadamente y mate a Mocka es conseguir una prueba de nuestra amistad en casa, con eso se calmará.
Escucho a una mujer mayor apurar a su nieta porque son las tres de la tarde y solo quedan tres horas para el toque de queda, aprieto el paso para llegar a casa rápido, no creo que Mocka se tome bien que rebusque en sus cosas o que desconfíe de él después de todo lo que ha hecho.
Llego a la entrada secreta de la casa que siempre está abierta, me pregunto cómo hace Mocka para lidiar con los ladrones si nunca cierra la puerta.
Subo las escaleras atravesando todo el tramo hasta mi habitación donde encuentro todo como estaba antes, no creo que haya algo acá o lo habría encontrado mucho antes así que debo buscar arriba cualquier cosa que pruebe la inocencia de Mocka.
Aunque no se le esté culpando de algo concreto.
En la sala comienzo a revisar los cajones debajo del televisor que siempre tenemos en el noticiero, por si acaso estar informados de la situación general de Ciudad Laika que no ha hecho más que empeorar con los días y el número de desaparecidos crece precipitadamente. No encuentro absolutamente nada en los cajones, la sala no tiene mucho donde buscar solo los muebles de cuero negro, algunas repisas en las que solo hay libros de química o biología, una mesa de café y cuadros es lo que la decora.
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Ciudad de Mentira
Science FictionLa cabeza de Arise se resume a un inalterable espacio en blanco cuando despierta en las oscuras alcantarillas, el dolor de cabeza se hace presente sin dudar y la confusión no se hace rogar. ¿Qué hace ella ahí? ¿Por qué está llena de sangre? ¿Quién e...