Ciudad de Mentira

Episodio 19

La muerte.

Los nervios me carcomen hasta hacerme temblar las manos.

Las meto en el lavabo del sanitario en un intento por calmarme un poco, supongo que también parte de mi agitación es emoción, aún no puedo creer que por fin logré entrar a Oasis.

Está mañana salimos temprano hasta la ubicación de la empresa que hace los almuerzos para Oasis, Mike me explicó que está tan hermético el perímetro que no hay otra forma de entrar, así que me escondí adentro del camión que haría su entrega a justo para el almuerzo en Oasis y me metí en una de esas cajas con envases de comida.

Dejaron entrar el camión sin inconvenientes, los trabajadores me sacaron y me llevaron hasta la cocina del comedor sin sospecha alguna, ahí solo salí de la bolsa usando el uniforme de los cocineros que sabrá Dios de dónde lo sacó Mike.

Ahora la siguiente fase del plan era que esperara a que empezara la hora de almuerzo y cuando estuvieran empezando a llegar todos, tendría que irme al baño para cambiarme la ropa y mezclarme entre los científicos usando una de esas ridículas batas de laboratorio.

Y aquí estoy, ya con la ropa puesta esperando a que termine la hora mientras veo mi reloj de aguja, Mike estará afuera esperándome para cuando salga.

Pero mientras tanto tengo todo este ratos para pensar detenidamente qué haremos después de conseguir lo que sea que vine a buscar.

Matarlos a todos.

Sí bueno, prefiero desistir de tus servicios diplomáticos por ahora Zero.

Puedo tratar de descubrir cómo terminé en las cloacas con todo el mundo creyendo que morí, quizá no sea muy importante a estas alturas pero agradecería la aclaración para terminar de completar el rompecabezas.

Según lo que sé gracias a las noticias y nuestra investigación intenté salvar al Ministro Magnus del hombre que trató de matarlo, fallé, la policía me persiguió, entré a las alcantarillas y allí... todos asumen que morí.

Pero no tiene mucho sentido que Oasis no haya intentado asegurarse de mi muerte si soy tan peligrosa y además, ¿por qué querría Zero salvar al ministro Magnus si todo apunta a que Oasis es una organización conectada al gobierno?

Es muy extraño, justo hasta ahora me acabo de dar cuenta de que muchas de cosas qué descubrí en esos vídeos ni siquiera eran sobre mí, era Zero usando mi cuerpo en esos momentos.

Salgo del baño justo a tiempo, afuera todos se están yendo a sus lugares de trabajo excepto por el hombre del cabello rubio pajizo con ojos obsidiana, Mike me mira ansioso por mi llegada y no espera por mí para ponerse en marcha, lo sigo por los pasillos mientras veo a los demás irse dispersando.

Avanzo hasta estar hombro con hombro junto a él a lo que Mike me dedica una mirada estresada.

—Sí viniste —reconoce.

—Claro que sí, teníamos un plan —le digo.

Se encoge de hombros, llevando sus ojos trastornados al frente.

—Contemplé la posibilidad de que el parásito te llenara la mente de ideas y huyeras de mí, claro que te habría encontrado tarde o temprano, no podrías saber lo mejor para ti con esa cosa adentro de ti.

Pronuncia esa oración como si hablara del clima pero el peso de su amenaza cala en mis huesos profundamente.

—Jamás te dejaría ahora que sé que eres tú, te amo ¿Recuerdas? —miento con el impulso de hacerlo sentir seguro.

Solo necesito usar a Mike un poco más hasta que salga de aquí, una vez que esté afuera veré qué hacer con él pero no seré su prisionera de nuevo, tampoco lo voy a matar, es una víctima después de todo y quizás haya alguna forma de salvarlo.