EN AQUELLA CENA | 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘

Capítulo 22

Heng

Me preocupa mucho Freen. Desde que Rebecca despertó de su coma ha estado muy inestable emocionalmente, es muy notorio. En los meses que nos hicimos amigos, nunca la vi tan débil, tan agotada. Se está volviendo muy dócil, y no digo que su antigua persona sea la mejor versión que tuvo, mucho menos quiero que vuelva a ser igual, pero ahora es como un cristal. Nam entiende que pasa pero no del todo, también es muy radical para ella el cambio de Freen, y la admiramos por eso, nos podemos dar cuenta como se escapa de clases para ir al psicólogo, no nos habló sobre ello pero de alguna u otra forma lo supimos y no queremos preguntar ya que tal vez le cause algún conflicto. Freen es una gran chica, pero sus acciones van a terminar con ella en algún momento.

No sabemos en qué lugar está la casa que compró Freen, nunca nos habló de su ubicación ni nada por el estilo y, ahora que lo pienso, tampoco sé cuánto maneja para llegar hasta acá. No nos avisó sobre su ausencia en el trabajo, solo lo supimos hasta que la señora Jai nos lo dijo y nos dejó muy preocupados, es muy raro que ella se comience a sentir enferma y eso es lo que hace que la situación sea más preocupante de lo normal. Quisiera poder estar con ella, pero no responde mis mensajes ni llamadas, Nam trató igualmente de llamarla pero al parecer apagó su teléfono y no la hemos visto desde hace un par de días. Lo único que sabemos de ella es que comenzó con su plan, ya que mientras Nam visita a Rebecca observa como llegan regalos hasta la puerta de la casa. En el transcurso de éstos días le ha enviado rosas de color rosa como las que le llevaba al hospital, peluches de sus animales favoritos, golosinas y cosas así. Rebecca aún no tiene idea de que los regalos son provenientes de Freen y por eso está encantada con ellos, esperemos que no se de cuenta de ello, por ahora.

Creo que mi desesperación por ver a Freen llegó a tal grado que estoy dispuesto a hablar con su familia para saber en qué lugar queda su hogar, pero eso haría que me odie.

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Becky

Mis padres comenzaron a notar mis raros comportamientos hacia ellos y, como lo temía, empezaron a hacer preguntas y terminaron decidiendo que tendría que ir al psicólogo y luego a un psiquiatra, al parecer padezco de trastorno depresivo mayor por el estrés de haber regresado al coma y por lo ocurrido en el restaurante, más lo que causó Freen, y es bastante agotador sentirme así, no lo decidí yo, pero tengo que luchar contra eso con medicamentos, ejercicios de relajación y el intento de volver a mi vida "normal". Lo único que me ha hecho feliz estos días han sido los regalos que alguna misteriosa persona ha estado enviando a casa para mí. Llevan pequeñas notas que dirían algo como "espero sean de tu agrado", "me alegra que estés bien" y cosas de ese estilo. No tengo idea de la identidad de esta persona, y aunque pude ser un poco aterrador que sepa lo que me gusta, también puede ser una pista de que es alguien de mi círculo social o alguien que llegó a conocerme en algún momento.

Estos días en los que llegan los regalos, Nam ha estado presente para verlos, su actitud es un poco vaga, cuando observa los regalos inmediatamente saca su teléfono y llama a alguien, pero nunca contesta. Han sido pocos días después de mi salida pero la persona desconocida ha estado llenándome de regalos y es raro pero lindo a la vez. Espero saber algún día de qué parte vienen los regalos.

Es el anochecer, y aunque ni yo me lo crea, estoy esperando otro regalo de la persona misteriosa, hoy Nam no está conmigo pero Richie sí. Al él no le conté sobre los regalos, en realidad, creo que solo Nam lo sabía. Después de conversar un rato en la sala, el timbre sonó e interrumpí la charla para levantarme y abrir la puerta esperando ver a un repartidor de paquetería, y sí, ahí estaba otro ramo de flores pero... No eran como todas las que había recibido, éstas eran tulipanes...