Caminaba con pesar por los extensos pasillos que albergaba el edificio. Todo lleno de pinturas de artistas reconocidos y una recepción impecable, ciertamente, habían superado sus expectativas. Y el medidor aumento cuando vio a las primeras figuras del modelaje salir de los elevadores, trago duro, la mayoría eram altos y delgados, con facciones marcadas y una increíble piel sin imperfecciones, eran personas sumamente hermosas. Sin embargo, a él solo le interesaba el castaño qué vio en su celular minutos atrás, cuando llegó al punto de reunión, vio a su padre alzando la mano en señal de que se acercará. Lentamente obedeció, mirando al resto de trabajadores que eran promedio en apariencias, suspiro y sonrió forzado ante los ojos atentos. Pero sin más preámbulo, entraron al exuberante salón de cristal, siendo recibidos por otros grandes empresarios, pero Quackity no hizo caso a eso, sino al hermoso cabello café qué se encontraba a unos metros del respectivo CEO de la agencia.
«Es más hermoso en persona» pensó el azabache sin apartar la mirada del ajeno. Aquel chico transmitía un aura envuelta en gloria. A paso lento se guió a la sillas que estaban alrededor de la extensa mesa y tomó lugar junto a su padre, sin despegar la mirada del ojo rubí qué hacía el trabajo de entregar algunos postres y bebidas. El orbe oscuro miraba la estructura ajena. Alto, delgado, piel perfecta, mechones de tono cafés y más qué nada, aquellos ojos rojos qué pueden ser comparados con las piedras preciosas rubí. Soltó un jadeo algo nervioso, el sujeto era bello, un pieza de arte fuera de la pintura.
— Tu hijo tiene buen ojo — Hablo repentinamente uno de los jefes de las tantas compañías presentes, el mencionado se puso un poco rojo y retomo la compostura —. No te preocupes muchacho, después de todo, con tal hermosura a lado es imposible apartar la mirada.
Luzu solo sonrió ante el cumplido del hombre. Se dio la vuelta y regreso con el CEO, quien también tenía una gran curva en sus labios, pues había sacado la lotería al tener a tal escultura bajo su cargo. La conversación volvió a lo que debía ser: negocios, uno bastante interesante en la perspectiva del castaño, sin embargo, lo que más llamaba su atención era posar junto a un modelo asiático. Pensó un poco los riesgos que tendría que tomar, después de todo, sabía que las zonas mencionadas eran demasiado exigentes en cuestión de aparecían. Así que él se vería opacado sino cumplía, pero, también veía el chance de llegar al otro lado del mundo. Tal y como sucedió cuando tuvo una sesión de fotos con Roier, un carismático y agradable modelo mexicano, ya que fue gracias a esa colaboración que su imagen llegó a latinoamericana. Suavemente, apretó el hombro de su jefe, dándole como una señal de que debía aceptar la propuesta. El hombre asintió al instante, sacándole una sonrisa a los dos lados, uno por subir su imperio y el otro por los millones que caerían en sus manos. Eso no paso desapercibido para el azabache. Cada vez que una buena propuesta era puesta en la bandeja, el modelo de inmediato apretaba el hombro del jefe y esté terminaba por acceder. Era obvio.
El joven modelo era quien realmente controlaba la empresa. No sólo era bello, si no también inteligente.
Era como una flor exótica y enigmática. Posee pétalos de ingenio que se tuerces bajo el sol del conocimiento, y raíces que se hunden profundamente en la tierra fértil de la curiosidad. Pero, como toda belleza natural, alberga un peligro sutil, oculto entre sus sombras perfumadas. Y era esa cabeza envuelta de información, qué con su brillantez, puede iluminar caminos hacia el progreso y la innovación, pero también puede perderse en un laberinto de pensamientos, donde la luz de la razón se desvanece en la oscuridad del exceso de reflexión. Aquí, en este intrincado entramado de posibilidades, la mente puede convertirse en su propio enemigo, un adversario astuto que plantea preguntas sin respuesta y problemas sin solución. El peligro yace en el filo de la navaja del intelecto, donde la sabiduría se balancea precariamente entre la genialidad y la locura. Una mente que ve más allá de las estrellas también puede mirar demasiado profundo en el abismo, encontrando en su eco una llamada a la obsesión, al aislamiento, a la arrogancia de creer que puede comprenderlo todo. Sin embargo, este peligro no disuade a los valientes, a aquellos que buscan la verdad en los rincones más oscuros del pensamiento. Así, navega por el mar de la incertidumbre, guiada por la estrella polar de su propia pasión por el conocimiento. Y aunque el peligro acecha en cada ola, también lo hace la oportunidad de alcanzar horizontes nunca antes vistos.
Quackity conocía a esa clase de personas, no era la primera vez que trataba con gente de este tipo. Esa gente sabe que son atractivos, así que suelen usarlo para su conveniencia, y el castaño no parecía ser la excepción, fue así como la reunión transcurrió su curso, desde halagar a los ojos carmesí, hasta comentar de la inversión que estaban generando. Pero nuevamente, el azabache se fijo en las acciones del modelo, pues a cada mínimo movimiento, todos posaban sus fijas vistas en él y perdían el hilo de la conversación. Era una distracción. Una que el dueño sabía usar. Tras una aburrida platica que concluyó con una asociación, se despidieron. Una vez solos, el español miró a su jefe y le dio un beso en la mejilla qué lo hizo reír un poco.
— Me gusta que me hagas caso — Respondió antes de sentarse en el regazo ajeno —. Sabes, necesito un pequeño favor, ¿podrías hacerlo por mi?
— Lo que sea — Aseguro inmediatamente.
— Necesito que te deshagas de una pequeña mosca — Acaricio los cabellos y su tono de voz cambió a una más seductora —. Hay una plaga que trata de opacarme.
— ¿Quién es? — Pregunto preocupado sosteniendo la cintura del cuerpo que estaba arriba de él, Luzu suspiro.
— BadBoyHalo.
Doble actu pq ando inspirado.
Lqm, bye bye.
ESTÁS LEYENDO
𝗕𝗢𝗡𝗜𝗧𝗢 | Luckity
Fanfic❝Llamamos bello a aquello que es elogiado por el periódico y que produce mucho dinero.❞ ★ Basado en el roleplay de: QSMP. ✩ ¡Se shippean a los cubitos/personajes! Si esto llega a los streamers, bye bye. ★ AU | +18 ★ Contiene temas sensibles...