Parte 8

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Está bien, ¿podrá pasar desapercibida la chica de moda?", dijo mirándola y viendo cómo le dedicaba una sonrisa.

"Tranquila, cuando quiero puedo ser muy discreta", dijo mirándola de una manera divertida.

"Debo irme, si no me va a caer una buena", dijo Chiara cogiendo el pomo entre sus manos.

"Buenas noches, nos vemos mañana", dijo acurrucándose en la cama y bostezando.

Chiara salió por la puerta para volver a su puesto de trabajo con una sonrisa en la cara. La noche iba a ser larga, así que decidió ir a por un café y meditar sobre cómo le iba a contar a su amiga que, a pesar de haberle dicho que se iba a alejar de ella, había decidido aceptar  enseñarle Barcelona.

La noche transcurrió sin ningún incidente más, el reloj ya marcaba las 9, el fin de su turno, así que decidió ir a desayunar a la cafetería del hotel.

"Hola Chiara, ¿podrías subir el desayuno a la habitación 309?", dijo muy amablemente su compañero de trabajo. "Luego vuelve y te hago el tuyo".

Chiara estaba tan agotada que apenas podía pensar en ese momento, así que le devolvió la sonrisa a duras penas y se encaminó hacia la habitación.

Tocó a la puerta y esperó a que le abrieran. Tardaron unos minutos y finalmente lo hicieron. Apareció una violeta recién duchada y en albornoz. Tragó fuerte y se puso un poco más recta recordando lo que apenas hace unas horas había pasado.

"Eh, mmm, te traigo el desayuno", se puso nerviosa al ver que Violeta estaba recostada en la puerta sonriendo.

"Claro, pasa, gracias", dijo echándose hacia un lado.

Chiara pasó al interior de la habitación y colocó el desayuno en la mesa.

"Has resucitado pronto, ¿no serás una marciana de esas, verdad?", dijo mientras escuchaba a Violeta reír y sacudir la cabeza.

"No me quería perder nuestra cita", dijo sonriendo.

"¿Quieres que vayamos ya?", dijo Chiara de forma un poco desconcertada.

"Bueno, si no quieres, no", dijo un poco desconcertada también.

"No es eso, es que acabo de salir del turno de noche", dijo de forma apresurada.

Violeta se detuvo a verla y parecía cansada, realmente tenía unas ojeras bastante largas y marcadas en el rostro.

"¿Quieres dormir? Te puedes quedar en la habitación"

"Tranquila, iré a casa. Así aprovecho y me doy una ducha. Pero gracias, aunque sería raro, recuerda que sigo trabajando aquí", dijo sonriendo.

"Bueno, aunque trabajes aquí, creo que tampoco pasaría nada, nadie se tiene que enterar de que estás aquí. Recuerda que si quiero, puedo hacer que no suba nadie a esta parte del hotel".

"También puedes cambiar el final de 'Crónicas Vampíricas'. Es realmente malo...", dijo riendo.

Violeta dio un paso al frente, acercándose un poco más a Chiara.

"Sabes que lo digo en serio. Si estás cansada, puedes quedarte, no pasa nada. Te lo debo por lo de ayer", dijo de forma un poco más seria.

"No me debes nada, lo hice porque quise y las cosas que se hacen porque quieres no tienen nada de malo ni hay que compensarlas con otras", dijo mirándola y bajando la vista hacia sus labios.

Violeta le regaló una mirada sincera, no estaba muy acostumbrada a personas como Chiara. La gente que se acercaba a ella era gente muy diferente, se movían por fama y dinero. Ser la chica del momento era mucho más que ser la chica del momento.

"Pues yo quiero hacer algo porque me nace hacerlo, si quieres quedarte, puedes hacerlo, si no, puedes irte, no te preocupes", dijo mirando y desviando la mirada a sus labios.

"Gracias, pero prefiero irme a casa. ¿Te parece si nos vemos esta tarde? Así puedes descansar más".

"Está bien, eres cabezota cuando quieres", dijo rodando los ojos.

"No sabes cuánto", rió, "siempre me salgo con la mía, pregunta por ahí", dijo con chulería.

"¿Y qué es exactamente lo que quieres de mí?", preguntó con la misma chulería.

Chiara la miró y desvió la mirada hacia sus labios. Violeta estaba realmente sexy en albornoz, y esa pose con los brazos cruzados solo incitaba a hacer muchas cosas, y ninguna buena.

Chiara no pudo contenerse y llevó sus labios a los de Violeta. Esta sonrió en mitad del beso como victoria.

La intensidad del beso empezó a subir y a subir, Chiara pidió permiso para poder introducir su lengua, Violeta aceptó.

Así estaban otra vez, igual que hace unas horas. Ninguna de las dos lo sabía, pero esos besos eran adictivos porque a las dos les provocaba una sensación de placer descomunal como ninguna otra.

Chiara se separó un poco en busca de aire, mientras apretaba más a Violeta contra su cuerpo. Violeta también necesitaba aire y pasó sus manos por el cuello de Chiara. Se quedó unos segundos admirando su rostro, tenía unos ojos preciosos y los labios hinchados, se acercó y la volvió a besar pero de una forma más suave.

"Me parece bien que nos veamos esta tarde, nos encontramos en el parque del otro día a eso de las 7, ¿te parece?", dijo sin separarse de ella.

"Me parece", dijo Chiara suspirando por el cansancio acumulado. "Y ahora, señorita Hodar, me voy a ir, y usted va a desayunar", dijo dándole un suave beso mientras se apartaba de ella.

Acto seguido, bajó de nuevo a la cocina del hotel a por su desayuno y salió de allí para ir a su casa. Si antes tenía dudas sobre cómo le iba a explicar la noche a Ruslana, ahora tenía aún más dudas sobre cómo le iba a explicar también el día.


Me siento mas ghosteada por vosotras cundo os pregunto que tal va esto que por mi ex
DARME UN POCO DE BOLAAAAAAAAA

Me siento mas ghosteada por vosotras cundo os pregunto que tal va esto que por mi exDARME UN POCO DE BOLAAAAAAAAA

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Tú y yo, y todo lo demás -KiViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora