Parte 10

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Chiara se había cambiado de ropa por lo menos cuatro veces antes de salir y si no fuera por las insistencias de su amiga, seguiría sacando ropa del armario y corriendo por toda su habitación.

Parece que no somos tan seguras cuando realmente queremos impresionar a alguien que nos gusta.

Cuando llegó al parque, la vio entre la gente sentada en su banco favorito, y es que ella, aunque lo intentara, no podía pasar desapercibida, o tal vez Chiara no podía mirar a nadie más.

Se acercó con cautela mientras la observaba a medida que se iba acercando a ella, una sonrisa iba apareciendo en su rostro.

"No sabía que también dibujabas", dijo mientras se sentaba y se reía mientras la chica se asustaba.

"¡Vaya susto!", exclamó mientras se tocaba el pecho.

Chiara rió y quiso mirar qué dibujaba la chica, pero esta lo escondió rápidamente, ganándose una mirada sospechosa de la chica.

"No sabía que también eras una cotilla", dijo mirándola y levantando una ceja.

"¿Estás dibujando algo inapropiado?" dijo mientras reía.

Violeta rodó los ojos ante su ocurrencia. "Claro que no, pero este parque es inspirador. Las flores, la luz, los bancos con frases profundas, la gente... Nunca había visto nada así, y mira que he viajado y he visto sitios".

"A veces hay que sentarse y observar la belleza que nos rodea, por eso me gusta este parque. Todo parece sencillo", dijo mientras miraba el parque con nostalgia.

"¿A qué te refieres?" dijo mientras también miraba el parque.

"Cuando llegué a Barcelona, este parque fue uno de los primeros sitios que descubrí. Aquí reina el silencio, el amor y el arte. La gente pasea en silencio mientras admira la belleza de las flores, de las parejas que comparten banco. La gente se inspira. No sé, me parece sencillo", dijo mientras volvía su mirada hacia Violeta.

Violeta se quedó unos minutos callada mientras observaba todo lo que decía. Realmente nunca había estado en un parque, desde pequeña siempre había estado rodeada de cámaras y ojos que la perseguían en la oscuridad.

"Realmente somos lo que hacemos cuando nadie nos ve", dijo Chiara poniéndose de pie. "Vamos, te enseñaré otro sitio".

Pasearon por las calles de Barcelona sin descanso toda la tarde, mientras reían y hablaban animadas. Chiara le contaba cómo era su vida en Barcelona, anécdotas graciosas con sus amigos, cómo era estudiar en la ESMUC, sus aventuras por el hotel. Violeta la escuchaba atentamente; era la primera vez que se encontraba a gusto y relajada, sin tener que aparentar ser alguien que no era.

Pararon para comprar algo de comer y Chiara insistió en que se tenían que dar prisa y que era uno de sus sitios favoritos.

"Dios, se ve toda Barcelona", Violeta se quedó impresionada con las vistas de aquel mirador al que la había llevado.

"Vengo mucho a este sitio cuando necesito pensar", dijo mientras miraba las vistas y le daba un bocado al bocadillo que habían comprado en un puesto.

"No me extraña, nunca había visto nada igual. El cielo está precioso", dijo mientras le daba un bocado al bocadillo. "Y el bocadillo sorprendentemente bueno".

"La magia de lo sencillo", dijo mientras la miraba. "Te has manchado aquí", extendió la mano para limpiarle el resto de comida.

Sus caras estaban relativamente cerca. Violeta no le quitaba ojo a Chiara y esta decidió acariciar la mejilla de Violeta mientras alternaba la vista entre sus ojos y sus labios.

Fue entonces cuando...

Luego continuó, vosotras que decís que va pasar? Algo malo algo bueno? Os recuerdo que se tienen que odiar.

Pero ya sabéis lo que dicen, los que se pelean se desean

Pero ya sabéis lo que dicen, los que se pelean se desean

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Tú y yo, y todo lo demás -KiViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora