Parte 2

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Día lluvioso en Barcelona, de esos en los que casi te quedas dormido de pie viendo cómo llueve, o te quedas en casa viendo una peli con palomitas.

A Chiara le encantaba hacer esto último, ver películas, quedarse con sus amigos hasta altas horas viendo series y comentándolas. Pero desafortunadamente, hoy no era ese día, tenía que trabajar.

Llegó al trabajo antes de lo esperado y notó un ambiente bastante tenso. Vio a sus compañeros corriendo de un lado para otro; todo estaba excesivamente limpio y olía extrañamente bien, mejor de lo habitual.

Continuó su camino y se colocó detrás del mostrador, esperando a que alguien le contara qué estaba pasando y por qué estaban tan nerviosos.

"¿Se puede saber qué pasa? ¿Viene el rey o David Bisbal? ¿O quizás Maluma?", preguntó riendo a su compañera y amiga que casualmente estudiaba con ella y la había ayudado a conseguir ese trabajo.

"¿Todavía no te has enterado? Viene la hija de los Hodar, Violeta Hodar", dijo Ruslana exagerando el dramatismo de su nombre.

"¿Y eso es tan importante como para que Martín esté corriendo de un lado a otro sin parar? Lo vi caerse como 4 veces antes de entrar", dijo riéndose con su amiga.

"Muy importante, tenemos órdenes de cumplir absolutamente todos los deseos de la señorita Violeta, y espero que así sea, Kiki, ya nos conocemos", dijo Ruslana mirando a su amiga con un semblante más serio.

Chiara rodó los ojos y no dijo nada más, sabía perfectamente que Ruslana la respaldaba en todo, además fue la primera persona que conoció cuando llegó a Barcelona. No tuvo que pasar mucho tiempo para contarle de dónde venía, por qué se había distanciado de su familia y los motivos que la llevaron a tomar esa decisión.

Tres horas más tarde, la puerta se llenó de paparazzi y una multitud de gente. Efectivamente, la pelirroja más deseada del momento había llegado a la ciudad.

"¡Violeta, Violeta, Violeta!", era lo único que se escuchaba de ellos. Todos querían que la gran Violeta Hodar les dedicara un segundo de atención, pero fue en vano. Esquivó a los paparazzi y se refugió en el hotel, donde todo el personal la esperaba para saludarla, excepto una persona, una morena de ojos verdes que llamó su atención con su actitud tan pasota ante su llegada.

Tú y yo, y todo lo demás -KiViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora